Los clavadistas mexicanos, Osmar Olvera y Juan Celaya, le dieron a México una medalla de plata en los Juegos de París, luego de quedar segundos (444.03) en el trampolín 3 metros sincronizados varonil que se desarrolló en el Centro Acuático. Se quedaron a 2.07 del oro, que se lo llevó China con 446.10.
Los mexicanos fueron los octavos en el orden de salida. En su primer turno presentaron un clavado con 2.0 grados de dificultad. Tuvieron una buena ejecución y lograron 49.80 para ubicarse en la tercera posición, en un triple empate.
El tercer sitio fue para los británicos Anthony Harding y Jack Laugher 438,15. Olvera y Celaya retaron el reinado de los chinos y llevaron todo hasta el último clavado para dirimir quién se quedaría el oro. La mayor fortaleza de los mexicanos fue la valentía: tiraron saltos osados.
La capacidad para la sincronización era innata. Los cánticos a favor de los mexicanos resonaron en el Centro Acuático de París, pero los saltadores de plata mantenían una concentración de alto nivel, evadiendo los saltos de sus otros competidores.
“Para mí ganamos, es un deporte de apreciación, así son las cosas. Hicimos lo necesario, entrenamos para venir a esto: a recoger la medalla”, contó Olvera a Clarosports tras la competencia.
La presea es la número 16 en toda la historia para México en los Juegos Olímpicos y consolida a los clavados como el deporte que más preseas le ha dado al país.
También es la primera que consiguen los mexicanos desde el trampolín sincronizado de tres metros. Y es apenas la segunda vez que suben al podio dos clavadistas en la categoría masculina tras la plata de Germán Sánchez e Iván García, en la plataforma de 10 metros en Londres 2012.