Lejos de debilitar al Poder Judicial, nuestro país debe pensar en una reforma integral que verdaderamente cambie el rostro de la justicia mexicana y no concentre todos los poderes en uno solo, afirmó el coordinador del grupo legislativo del PRI, Elías Rescala Jiménez.
Al posicionar el voto en contra de la fracción del PRI a la Reforma al Poder Judicial que envió el Senado de la República a los congresos estatales, sostuvo que México merece una reforma más completa, que pueda ser discutida y considere las opiniones de todas y todos.
Alertó que la reforma aprobada por la mayoría de Morena y aliados plantea el debilitamiento de uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia y del propio Estado mexicano. Con esta reforma se debilita un Poder y el mismo poder se concentrará en alguno de los otros dos y no estamos alejados de sobre cuál recaerá esto, anotó.
El diputado local por Naucalpan dijo que “las y los mexicanos merecíamos un análisis más profundo, un debate más informado y consensuado con las diversas fuerzas políticas, mediante un diálogo profundo que implique a todas y todos. Estas reformas deben tener un mejor nivel”, anotó.
Elías Rescala explicó que el PRI rechaza la reforma porque es compleja en su aplicación y no mejorará de fondo el sistema de justicia, además de que el pueblo no elegirá libremente a los jueces, magistrados y ministros.
Las candidaturas emergerán de las cúpulas de poder, la decisión del pueblo quedará reducida entre los candidatos previamente seleccionados por los grupos de poder. Más que una elección libre, será una elección condicionada, subrayó.
Destacó que la reforma judicial costará 22 mil millones de pesos, que en un país como el nuestro, con múltiples carencias, representa una acción sumamente irresponsable.
Asimismo, el coordinador de los diputados del PRI alertó que la reforma saca a México del contexto internacional en la materia, porque no está en sintonía con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y genera una profunda incertidumbre para los inversionistas extranjeros.
Es preocupante la creación de un tribunal disciplinario parecido a lo que en su momento fue un supremo poder conservador en 1836, con poderes metaconstitucionales para sancionar y procesar a jueces y juezas. “Así se perseguirán a los jueces sin que nada los detenga”, alertó.