En una sesión cargada de tensión y simbolismo político, el Senado de la República reeligió a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2024-2029.
Obligados a mostrar la boleta, con lo cual les fue imposible votar en secreto, 87 senadores de Morena, Verde y Partido del Trabajo reeligieron a Rosario Piedra para otros cinco años más, a pesar de que organizaciones sociales, activistas y hasta aspirantes a esa posición solicitaron no hacerlo y pese a que ella sólo obtuvo un punto en la evaluación interna.
Con 87 votos a favor, 36 para Nashieli Ramírez y 1 para Paulina Hernández, además de tres votos nulos, la reelección de Piedra Ibarra fue acompañada de fuertes enfrentamientos entre Morena y la oposición, y de celebraciones simbólicas en honor al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La reelección se llevó a cabo entre acusaciones de la oposición, encabezada por senadores del PAN y Movimiento Ciudadano, quienes denunciaron falta de transparencia en el proceso y cuestionaron la idoneidad de Piedra para un segundo mandato.
El senador panista Ricardo Anaya exigió garantías de privacidad en la votación, solicitando que se instalara una mampara para asegurar la secrecía del voto, ya que consideró que la presencia de cámaras vulneraba este derecho.
Sin embargo, la mayoría de Morena rechazó esta solicitud, argumentando que no era necesaria y que se había acordado previamente. La mampara fue retirada tras un forcejeo entre la senadora morenista María Martina Kantún y senadoras de la oposición.