Muchas de las lesiones que enfrentan boxeadores, tanto novatos como avanzados, tienen su origen en la falta de preparación y en ignorar aspectos clave del entrenamiento, más que en la fuerza del golpe. Así lo afirma Ángel Beltrán Acosta, experto en boxeo, quien subraya que este deporte, además de ser exigente e intenso, es profundamente técnico y requiere cuidados específicos.
Una de las primeras advertencias que lanza Beltrán Acosta tiene que ver con el calentamiento. Para él, saltarse esta etapa es una de las causas más comunes de lesiones musculares y articulares. “No puedes entrar al ring con el cuerpo frío. Diez o quince minutos de movilidad pueden marcar la diferencia entre una buena sesión o una lesión que te saque semanas del entrenamiento”, explica. Mover hombros, muñecas, caderas y activar el sistema cardiovascular antes de lanzar el primer golpe es un paso imprescindible.
Otro aspecto fundamental, señala el entrenador, es el dominio de la técnica. Muchos boxeadores novatos, e incluso algunos con experiencia, se enfocan en golpear con fuerza sin entender que un mal movimiento puede comprometer ligamentos o causar esguinces, especialmente en muñecas, hombros o la parte baja de la espalda. “La técnica siempre va primero. Aprender a moverse bien, mantener la guardia, girar correctamente la cadera… todo eso previene lesiones desde el primer día”, advierte Ángel Beltrán Acosta.
El equipo que se utiliza también puede ser la línea que separa un entrenamiento exitoso de una visita al hospital. Guantes mal ajustados o demasiado ligeros, vendas mal colocadas o la falta de protección adecuada durante el sparring aumentan exponencialmente el riesgo de daño. “No es solo por seguridad, también es por respeto al propio cuerpo. Si vas a hacer sparring, usa casco, protector bucal, y asegúrate de que los guantes sean los adecuados para tu nivel. No improvises”, subraya el especialista.
Uno de los temas más delicados es el del sparring, que, de acuerdo con Beltrán Acosta, debe hacerse con moderación y siempre bajo la supervisión de un entrenador. “Veo muchos jóvenes que creen que pelear fuerte todos los días los hace más duros. Pero cada golpe a la cabeza tiene un impacto acumulativo. Hay que entrenar con inteligencia. No todo se resuelve con más contacto”, comenta.
También es clave aprender a escuchar al cuerpo. Un dolor persistente, una molestia al mover una articulación o una sensación inusual durante el entrenamiento no deben ignorarse. Para el experto, muchas lesiones graves empiezan como pequeñas advertencias a las que no se les da importancia. “No hay nada más irresponsable que entrenar lesionado. Lo que hoy parece leve, mañana te puede dejar fuera meses. La disciplina también consiste en saber parar a tiempo”, dice con firmeza.
La recuperación, insiste Ángel Beltrán Acosta, es parte integral del proceso de entrenamiento. Dormir bien, alimentarse de manera balanceada, mantenerse hidratado y respetar los días de descanso es tan importante como el trabajo dentro del gimnasio. “El cuerpo necesita recargarse. No es debilidad, es preparación”, afirma.
El boxeo bien practicado no solo fortalece el cuerpo y la mente, sino que puede mantenerse como una actividad segura si se respetan ciertos principios básicos. Escuchar a expertos como Ángel Beltrán Acosta, que ha formado generaciones de boxeadores en México, es un paso fundamental para evitar errores comunes y disfrutar del deporte con salud y responsabilidad.