En medio de inquietudes ciudadanas y la presencia de manifestantes, el Gobierno de Nuevo León sostuvo una asamblea informativa para presentar detalles técnicos y ambientales del Viaducto Elevado Morones Prieto. La Red Estatal de Autopistas (REA) expuso el trazo final de la obra, así como los resultados de los estudios de impacto ambiental y costo-beneficio.
La reunión, solicitada por la mayoría de los asistentes, giró en torno a los posibles efectos que la construcción tendría sobre el cauce del río Santa Catarina. Representantes de organizaciones civiles manifestaron su preocupación por la tala de árboles y la remoción de vegetación en la zona, aunque los datos presentados por el equipo técnico del proyecto buscaron responder a estas inquietudes.
Los promotores aseguraron que cada ejemplar removido será sustituido. Además, el proyecto contempla nuevas áreas verdes y pasos de fauna en los espacios residuales que surgirán con la vialidad elevada. Según la REA, la reforestación al término de la obra superará la cobertura vegetal actual.
Uno de los ejes del encuentro fue el impacto ecológico. Datos presentados por el gobierno indican que el Viaducto reducirá significativamente las emisiones contaminantes. De acuerdo con los análisis desarrollados con la herramienta internacional “MOVES”, las emisiones de CO₂ equivalente pasarán de 3,154.12 a 2,370.21 toneladas. Este simulador, respaldado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), la ONU Cambio Climático y la UNOPS, ha sido utilizado en distintas ciudades del mundo para evaluar proyectos viales.
El Gobierno estatal informó que el financiamiento del viaducto correrá por cuenta del sector empresarial, lo cual permitirá destinar recursos públicos a obras de transporte colectivo, como la ampliación del Metro en su trazo paralelo sobre la avenida Morones Prieto.
Entre los beneficios sociales que contempla la obra, se destacó la reducción del tiempo de traslado diario. El ahorro estimado es de 4,870,000 horas al día, equivalentes a más de 550 años liberados para los habitantes del área metropolitana.
Los asistentes también abordaron la situación actual del tráfico en Monterrey, considerada la peor en la historia de la ciudad. Datos oficiales indican que la capital de Nuevo León ocupa el primer lugar nacional en congestión vehicular, con pérdidas económicas superiores a los 94 mil millones de pesos anuales.
La REA argumentó que la infraestructura vial existente resulta insuficiente y que es necesario impulsar nuevas soluciones que absorban el crecimiento demográfico y vehicular proyectado. Como contexto, se indicó que el parque vehicular local registró un crecimiento de 5.25 % entre 1995 y 2020, y que diariamente se realizan más de 5.2 millones de viajes en la zona metropolitana.
El proyecto también contempla puentes peatonales y ciclovías que enlazarán con las líneas 1, 4 y 6 del Metro —estas dos últimas aún en construcción—, con el objetivo de fortalecer la conectividad universal entre automovilistas, transportistas y usuarios del transporte público.
La REA cerró la sesión invitando a los asistentes a revisar con detenimiento el proyecto integral, al considerar que su implementación representa una oportunidad para mejorar la movilidad y la calidad de vida en la entidad.