Al reunir a simpatizantes de todos los rincones del país, así como a familiares y amigos, Sergio Molina Martínez cerró su campaña rumbo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) frente al icónico Ángel de la Independencia. Este multitudinario acto, cargado de entusiasmo, esperanza y determinación, marcó el final de una gira nacional donde el aspirante, identificado en la boleta morada con el número 55, proclamó con firmeza que la justicia social debe abrirse paso en el máximo tribunal mexicano.
Desde la capital, Molina dirigió palabras de agradecimiento a quienes lo acompañaron durante su recorrido por entidades como Veracruz, Sonora, Chihuahua, Estado de México, Hidalgo y Yucatán.
Molina aseguró que su candidatura no nació de la improvisación. “Esta candidatura no es improvisada. Hemos caminado desde Tijuana hasta Cozumel, desde Monterrey hasta Sonora. Escuchamos al país y alzamos la voz por quienes nunca han sido visibilizados”, afirmó, al subrayar el trabajo realizado a lo largo de toda la nación.
Al reafirmar su visión como candidato ciudadano y consejero federal, Molina enfatizó su propósito de impulsar una transformación sustancial en el Poder Judicial. Para él, el país demanda una justicia libre de privilegios y de ataduras con el poder económico o las influencias.
“La gente quiere una justicia sin privilegios, una justicia que no dependa del poder económico ni de las influencias. Nunca más un Poder Judicial coptado por las grandes carteras. Es tiempo de un tribunal con rostro humano”, proclamó ante sus simpatizantes.
Al recordar cada uno de los territorios y causas que ha abrazado durante su gira, Molina evocó con gratitud los compromisos asumidos en lugares como San Nicolás, Ciudad Neza y Veracruz. Asimismo, resaltó los diálogos sostenidos con sindicatos, colectivos de diversidad sexual, jóvenes, obreros y comunidades indígenas, al destacar que la campaña del número 55 se ha caracterizado por un ejercicio continuo de escucha, compromiso y respuesta.