El empresario y el trabajador son aliados de la productividad, no enemigos
El senador suplente por Morena asegura que la experiencia obtenida en el Legislativo consolidó sus convicciones y le dio un renovado impulso para seguir construyendo, desde la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) que fundó en 2011, el sindicalismo moderno que necesita el país. Ha sido presidente de la Asociación Mexicana de
Tauromaquia A.C. También es propietario de la empresa Servicios Integrales de Seguridad, Limpieza y Mantenimiento, así como
Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de Seguridad Privada, Vigilancia, Traslados de Valores, Manufacturas de Equipos de Seguridad, Limpieza y Mantenimiento, Similares y Conexos de la República Mexicana. Una de sus banderas es que los trabajadores
mexicanos recuperen sus derechos y se acabe con el outsourcing.
CM> ¿Qué diferencia hay entre CATEM y la CTM?
PHB> La imagen de su líder es la imagen de su Confederación. Un líder que está en movimiento, un líder que sube, que baja, que va, que viene, que escucha, que trabaja 20 horas, es el reflejo de la Confederación que dirijo.
Yo estaré aquí terminado mi periodo, y luego vendrá otro líder, porque en CATEM se le da el paso a los jóvenes, a las nuevas generaciones. Se escucha a todos y se incluye a todos.
En CATEM se acabó el sindicalismo de unos cuantos, ese poder de cuatro o cinco, aquí no existe. Aquí todos son escuchados, aquí la diferencia es que hay muchos jóvenes, y muchas mujeres en carteras muy importantes en el país.
Yo nací de una mujer y creo que el mejor ser del universo es la mujer. Estoy
casado, soy padre de familia, soy esposo, y hay que darles oportunidad a las mujeres. En el Senado de la República aprobamos -y me tocó votarla- la Ley de Paridad de Género.
Me encanta que haya nuevas generaciones, porque uno no es dueño de una organización. A ver, si no eres dueño de tu vida, menos eres dueño de una organización. Uno viene a manejarla durante un periodo, se acaba, y tiene que venir otra persona, ese es el sindicalismo moderno.
CM> ¿Te gustaría ver a una mujer como tu sucesora en CATEM?
PHB> Me gustaría ver, ya sea mujer u hombre, a quien quiera venir a hacer el bien y que le dé continuidad a ese gran trabajo que hemos hecho, porque CATEM hoy, bajo mis riendas, bajo el volante, ha logrado en ochos años lo que en ochenta no han logrado otras organizaciones.
Entonces quien venga, va a ser una persona preparada, comprometida y que va a estar de tiempo completo. Aquí no hay medios líderes, aquí los líderes de CATEM son líderes que se dedican únicamente a esto.
CM> ¿Cuál es el legado de Pedro Haces?
PHB> Todos los días cambia el mundo, todos los días cambian las formas, pero hay una cosa que nunca va a cambiar: la honestidad contigo mismo.
Si tú quieres honestidad con los demás, en lo que les vas a decir, en lo que vas a hacer, en lo que tú crees, siempre debes ser honesto contigo mismo. Eso es lo que me caracteriza y a las pruebas me remito. Creo que lo he demostrado con creces y vamos a ir cambiando todos los días lo que
se ocupe se cambie.
Siempre me gusta hacer ensalada de ideas en las reuniones del Comité, escuchar propuestas, no a la dictadura. Cuando sea momento de mi relevo, sé que ya hay muchas mujeres y hombres que se están preparando, y va a llegar el que por votación y en urnas obtenga la mayoría, porque en CATEM esa es la dinámica, no al que yo quiera dejar.
Dimos el ejemplo con el sindicato de la industria aeroespacial –adscrito a CATEM- con 27 mil trabajadores en los clusters de Querétaro, Chihuahua y Baja California y en la elección de hace unos días en el primer estado, se eligió a la Mesa Directiva con urna transparente, cumpliendo el mandato que nos da la Ley Federal del Trabajo.
Entonces, todos los días vamos a esforzarnos por cumplir con la ley, pero también por hacerla cumplir. En CATEM no defendemos, y lo voy a decir claro: “ni a huevones ni a rateros”. Impulsamos a gente honesta, trabajadora, que quiere superarse. Todos tenemos derecho a mejores oportunidades para alcanzar una mejor calidad de vida. Cuando me dicen: ¿Qué haces aquí? Pues sí, trabajo mucho, pero no hay un solo trabajador o empresario que me pueda señalar que les haya “chingado un peso”. Esa es la diferencia de Pedro Haces con todos los demás, es la gran diferencia por mucho.
CM> Justo con estas ideas que planteas, pensemos hacia afuera, ¿qué diferencia o qué equivalencia hay respecto a las metas de trabajo con otro tipo de sindicatos como los que existen en Canadá o Estado Unidos?
PHB> No te puedes comparar con el sindicalismo de otros países. Se tiene que hacer un sindicalismo bajo los reglamentos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) que es el alma máter -podría yo señalarlo- del sistema tripartita: gobierno, empresarios y trabajadores.
Entonces, los convenios que se crean en Ginebra, Suiza, deben adoptarse, siempre hay que adoptar lo bueno, pero yo no me puedo comparar con dirigentes sindicales en Noruega, en Finlandia, o en Estados Unidos. No, ¿por qué? Porque las necesidades, los salarios, todos son diferentes.
Tengo que preocuparme por armonizar los factores de la producción todos los días con el empresariado mexicano, porque ellos son el pilar.
El empresariado es quien arriesga el capital para que tú tengas una fuente de trabajo, tenemos que ir codo a codo con ellos, trabajando. El empresario y el trabajador son aliados de la productividad, no son enemigos.
Si queremos buscar productividad para un país, tenemos que ir de la mano del empresariado, ser respetuosos del gobierno. Es como cuando dicen: para que a un país le vaya bien, le tiene que ir bien a su gobernante.
Muchas gracias.