El mando operativo del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) en Acapulco quedó formalmente en manos de la Guardia Nacional, como parte de una estrategia que arrancó hace un año con la adquisición e instalación de mil cámaras, cuyo propósito es reforzar la seguridad pública, informó la presidenta municipal Abelina López Rodríguez.
Al tomar la palabra frente a mandos castrenses y representantes de medios de comunicación, la alcaldesa dejó clara la postura de su administración respecto al tema de seguridad, enfatizando: “No hay lugar para titubeos. La seguridad es mi prioridad y este gobierno no se va a quedar con los brazos cruzados”.
El esquema se integra al programa federal de intervención en municipios identificados como prioritarios en Guerrero, y estipula que un contingente de 104 elementos de la Guardia Nacional estará encargado del manejo diario del sistema de videovigilancia, mientras que la estructura técnica, administrativa y de mantenimiento seguirá bajo control del ayuntamiento.
Desde el propio C4, y acompañada por autoridades como el general de brigada Andrés Ojeda Ramírez, el general Miguel Ángel Aragón, mando especial de la Guardia Nacional en la ciudad, y el secretario municipal de Seguridad Pública, Eduardo Ballester Mendoza, López Rodríguez subrayó que esta acción no implica replicar esquemas aplicados en otras localidades como Taxco, donde se ha cedido la seguridad por completo, sino que representa un esfuerzo de cooperación interinstitucional.
Aclaró también que su administración continuará encabezando la parte logística del sistema de vigilancia, sin renunciar a sus funciones, pero con el respaldo operativo necesario: “Nosotros no vamos a abdicar nuestra responsabilidad ni entregar el municipio; mantenemos el control de los contratos, el soporte técnico, la logística y el seguimiento del sistema, pero necesitamos músculo operativo y la Guardia Nacional lo tiene”, expresó.
El despliegue de fuerzas federales en Acapulco supera ya los cuatro mil efectivos al considerar a personal de la Guardia Nacional, Secretaría de la Defensa Nacional y Marina, lo que permitirá, según la alcaldesa, fortalecer la capacidad de monitoreo, dar atención inmediata a los botones de pánico y agilizar la respuesta a las llamadas de emergencia al número 9-1-1.
La funcionaria explicó que la colaboración ya funcionaba en los hechos, pero ahora se oficializa para facilitar una respuesta más eficaz: “La vigilancia digital es vital, pero lo es más aun tener ojos y brazos que actúen en tiempo real. Por eso formalizamos lo que ya funcionaba de facto desde hace un año”, señaló.
Por motivos legales, aún no se han dado a conocer públicamente los resultados concretos de esta estrategia, aunque el general Miguel Ángel Aragón confirmó que ya se han logrado operaciones conjuntas exitosas en coordinación con la Fiscalía General del Estado.
La estrategia que se aplica en Acapulco servirá como modelo para extender este esquema en otras ciudades del estado, incluyendo Iguala, Chilpancingo y Zihuatanejo, como parte de la implementación progresiva del plan federal integral en materia de seguridad.
Antes de cerrar el acto, la alcaldesa insistió en que su gobierno mantendrá la ruta de la acción, sin dejar espacio a intereses partidistas: “Aquí no hay espacio para simulaciones; si algo ha fallado, se corrige. Pero lo que no se va a permitir es dejar a la gente sola frente al crimen. Esta administración responde con hechos, no con discursos vacíos”, concluyó.