Un presunto abuso sexual cometido por parte de un elemento del Ejército contra una niña de nueve años que ingresó a la Guarnición Militar de Cozumel a vender chicharrones, desató la furia de los habitantes de la isla, que quemaron la garita de la instalación castrense al exigir el castigo del responsable.
Pobladores iniciaron las protestas y disturbios que concluyeron en la madrugada de este domingo y dejaron el saldo de una tienda de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) saqueada y quemada, además de otras tiendas de conveniencia en las mismas condiciones.
Igualmente se reportó una mujer herida con arma de fuego, al parecer, producto de las detonaciones al aire accionadas por efectivos militares al tratar de dispersar a los inconformes. También hubo varios detenidos.
Ante las protestas de la gente enardecida se presentó el general Brigadier Armando Toscano Yáñez, comandante de la Guarnición Militar, quien solicitó a los inconformes esperar las investigaciones.
De acuerdo con el testimonio que la menor de edad brindó, un militar la forzó a ingresar a una vivienda de la zona habitacional en donde presuntamente había al menos otras dos niñas.
Ahí, intentó forzarla sexualmente, pero ella se resistió, lo cual provocó que él la llevase a bordo de una motocicleta a la entrada de la Guarnición, en donde la arrojó sobre una rampa que da a la calle.
La niña fue encontrada con raspones y otras lesiones y en estado de shock por ciudadanos que transitaban por el lugar, entre las 21 y 21:25 horas, y escucharon su relato. A través de las redes sociales denunciaron lo sucedido, solicitaron ayuda y que el hecho no quedase impune.
La multitud le cuestionó que, pese a la existencia de las cámaras de videovigilancia y de los guardias, nadie se hubiera dado cuenta del ingreso forzado de la menor de edad, de la agresión y de su expulsión violenta del recinto.
El alcalde José Luis Chacón Méndez confirmó que se le brindó atención a la niña por lesiones de la presunta violación de la que está acusado un militar.