Las elecciones que se llevarán a cabo el domingo 7 de junio de 2020 en Coahuila e Hidalgo, utilizarán la urna electrónica en algunos distritos electorales.
El Instituto Nacional Electoral (INE) dio su visto bueno a este que será un ejercicio parcial vinculante de voto electrónico durante las elecciones locales en las dos entidades. Con ello se busca eliminar errores en el escrutinio, cómputo y captura de resultados, así como abonar a la eficiencia en la obtención de resultados.
En el caso de Coahuila se estima que la instalación de casillas con urna electrónica se lleve a cabo con equipos propiedad del Instituto Electoral de Coahuila, y para Hidalgo se considerará la del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco y la desarrollada por el INE.
Así, para la elección en Coahuila se utilizarán entre 5 y 8 urnas electrónicas en 11 de 16 distritos, con el fin de adoptar una nueva modalidad en el ejercicio del sufragio ciudadano, preservando la certeza de las elecciones.
De acuerdo con el Instituto Electoral de Coahuila, los beneficios de la urna electrónica están más que probados, “hemos organizado en los últimos cuatro años más de 380 ejercicios democráticos de partidos, escuelas y universidades”.
Cabe recordar que en 2002 nació el proyecto de urna electrónica de Coahuila. Desde esa fecha se han desarrollado cinco prototipos que se han utilizado en más de 150 procesos electorales realizados con 457 mil 940 votos emitidos en el sistema electrónico de votación.
¿Qué ofrece la urna electrónica en una elecciones?
Entre sus ventajas están el que la boleta virtual ofrece la posibilidad de incluir mayores datos que apoyan al elector para la toma de su decisión.
El sistema simplifica los procedimientos de apertura y cierre de casilla. La razón es que se omite la revisión minuciosa de la documentación electoral y porque el llenado de las actas se realiza a través de propio sistema.
Además de que no existen errores ni omisiones en el llenado de las actas de apertura y cierre de casillas. No hay votos nulos, en virtud de que el cómputo es exacto. Además de la precisión y celeridad en la obtención de resultados en las casillas.
Entre los retos están los altos costos de inversión en la primera fase de implementación de la urna electrónica que son amortizados en los siguientes procesos.
Fotografía: Instituto Electoral de Coahuila