Por ENRIQUE VALADEZ
México es uno de los destinos más importantes dentro del turismo religioso, al recibir en los centros de fe a más de 20 millones de visitantes.
Camina a paso lento pero firme. Sus 72 años ya le cansan pero él sigue avanzando. Su sombrero lo protege del intenso sol, pero el sudor ya corre por su rostro. Su fe -al igual que la de miles de personas- lo mueve a visitar desde Zacatecas cada año, al Santo Señor de Chalma, en el Estado de México.
“Hice una promesa hace nueve años y le doy gracias por haberme escuchado y aquí estoy, y hasta que la vida me lo permita, seguiré viniendo”, comenta Don Luis, mientras baja por una calle empedrada y rodeada de puestos de comida y artículos religiosos, a cumplir su manda.
Ubicado a 90 kilómetros de la Ciudad de México -en el municipio de Malinalco- el Santuario del Señor de Chalma, enclavado en una hermosa cañada, se ha convertido en uno de los principales centros de peregrinación del país.
Vamos a bailar a Chalma
La tradición ha creado un recorrido que inicia en un ahuehuete rodeado de agua, ubicado a tres kilómetros del templo, donde los peregrinos se lavan y adornan su cabeza con un collar de flores.
Posteriormente llegan al atrio de la iglesia, donde bailan antes de entrar, y colocan, a manera de ofrenda, la corona que llevan puesta. Los bailables que hacen los peregrinos en este santuario son una muestra de devoción y agradecimiento. De ahí que, entre los dichos mexicanos, se encuentren frases como “ir a bailar a Chalma”, que se utiliza para enfatizar la necesidad de un milagro para resolver algún problema.
Desde hace dos años, el trayecto de seis kilómetros se complementa con la visita a la estatua de la Virgen de Guadalupe más alta del país, construida en un cerro frente al ahuehuete.
La imagen de la Patrona de América, que fue inaugurada en 2017, es una escultura de 33 metros de alto y 11 de ancho, pesa 110 toneladas, y fue realizada por el escultor Víctor Gutiérrez. Hoy es uno de los nuevos atractivos turísticos del santuario mexiquense. Si bien Chalma recibe a peregrinos durante todo el año, las fechas de mayor asistencia son el 6 de enero, el 2 de febrero, la primera Semana de Cuaresma, el Viernes Santo, el 2 de mayo, el 1 de julio –día del Señor de Chalma–, así como el 12 y 24 de diciembre.
La Pasión de Iztapalapa
La alcaldía Iztapalapa recibe cada año a millones de visitantes que acuden a la “Pasión de Cristo”, una representación del Vía Crucis que es reconocida internacionalmente.
De acuerdo con la tradición, en el siglo pasado una epidemia de cólera azotó a Iztapalapa, causando muchos estragos en la población.
Por fortuna, la epidemia cesó y los habitantes de los barrios creyeron que todo se debía a la intervención de uno de los santos patronos más importantes de la alcaldía: San Luquitas o el Señor de la Cuevita.
Así es como decidieron dedicarle la Pasión de Cristo como agradecimiento, cuya primera representación se dio en 1843. De esta forma, desde hace más de 150 años, la Pasión de Cristo se apodera de calles, parques y avenidas de Iztapalapa, pero sobre todo de la atención de un numeroso público.
Los hechos más importantes de esta representación son la Procesión del silencio y la Bendición de las Palmas, el Domingo de Ramos; el Jueves Santo se hacen representaciones en el Jardín Cuitláhuac, y el Viernes Santo se culminan los actos con la crucifixión en el famoso Cerro de la Estrella.
San Juan de Los Lagos
En 2019, al menos 600 mil fieles visitaron el municipio de San Juan de los Lagos, en Jalisco, con motivo de la semana de fiestas en honor a la Virgen el 2 de febrero, cuya basílica es el epicentro religioso del primer trimestre en el occidente de México.
Su historia se remonta a tiempos virreinales y se le atribuyen numerosos milagros: Fue en 1623, cuando saltimbanquis visitaban el poblado, entre el grupo una niña volatinera sufrió un fatal accidente al clavarse una espada.
Sus padres llevaron el cuerpo a la capilla del Hospital –donde en 1526 fray Antonio de Segovia dejó una imagen de la Virgen María- ahí la mujer del sacristán veneraba a la imagen y dijo sería capaz de revivirla, tras pasar la estatua junto a la pequeña, la saltimbanqui comenzó a moverse.
Así, a medida que avanzaba la fama de una imagen milagrosa en San Juan, la concurrencia de visitantes fue cada vez mayor. Pero también, hay otros municipios que cuentan con santuarios y catedrales que reciben grandes peregrinaciones de fieles devotos como el Santuario del Cristo Rey en Silao, Guanajuato, reconocido por su majestuosa estatua de 20 metros de altura ubicada en el Cerro del Cubilete, y la parroquia del Santo Niño de Atocha, en Zacatecas.
San Luis Potosí
En San Luis Potosí se realiza la segunda Procesión del Silencio más importante del mundo, después de la de Sevilla en España.
Cada año, durante la noche de Viernes Santo, el aspecto de esta ciudad colonial cambia, se convierte en el escenario de la Procesión del Silencio, un ritual religioso de luto por la muerte de Jesús.
Comitivas que visten capuchas cónicas circulan por las calles, la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad es sostenida por 40 hombres, quienes cargan con devoción la imagen de más una tonelada de peso. De acuerdo con la Secretaría de Turismo de San Luis Potosí, este evento atrae a más de 380 mil visitantes y una derrama económica de 280 millones de pesos durante el periodo vacacional de Semana Santa.
Basílica de Guadalupe
Según estimaciones de la Organización Mundial del Turismo, el turismo religioso es un nicho de mercado que mueve a más de 300 millones de personas cada año.
La Basílica de Guadalupe –ubicada al pie del Cerro del Tepeyac, en la alcaldía Gustavo A. Madero- es el segundo recinto religioso de mayor afluencia en el mundo, superado sólo por la Basílica de San Pedro, en Roma.
Al lugar arriban más de 18 millones de personas. Tan solo el 12 de diciembre, día de la Virgen llegan más de 7.2 millones de personas, flujo que equivale al que registra anualmente La Meca, en Arabia Saudita.
Del total de turistas que visitan la Basílica de Guadalupe, 64 por ciento son nacionales, y el 36 por ciento internacionales, provenientes de países como Estados Unidos, España, Colombia, Alemania y Argentina.
De acuerdo con la tradición católica, la Virgen de Guadalupe, se le “apareció” en 1531 a un indígena de nombre Juan Diego, y le pidió que ahí se erigiera su templo.
Primero una humilde ermita, la Ermita Zumárraga (1531-1556), pero después el arzobispo Montúfar mandó ampliarla, por lo que su nombre cambió a Ermita Montúfar (1557-1622). Más tarde se construyó, al pie de la anterior, la Ermita de los Indios.
Entre 1695 y 1709 se construyó también, en honor de la guadalupana, un nuevo templo mucho más grande y suntuoso, en el que se erigió la Colegiata que sería convertida en Basílica en 1904.
Mientras que en 1976 se edificó la nueva Basílica, bajo la dirección del arquitecto mexicano don Pedro Ramírez Vázquez.
El beneficio económico del turismo religioso
De acuerdo con el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), José Manuel López Campos, el turismo religioso es uno de los segmentos significativos para la generación de divisas en México, pues aporta importantes beneficios para las economías regionales, en donde se encuentran los sitios con festividades religiosas.
Indicó que México se encuentra entre los primeros 10 países con mayor turismo religioso en el mundo, que anualmente moviliza a 330 millones de personas hacia sitios que son patrimonio cultural del planeta, que representa 20 por ciento del movimiento de turistas internacionales, de acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT).
José Manuel López señaló que en la sierra Tarahumara de Chihuahua; Pátzcuaro, Michoacán; y Maní, Yucatán, se llevan a cabo celebraciones de sincretismo religioso católico e indígena que son de gran atractivo para los turistas, y que al año reciben un considerable número de visitantes.
El turismo religioso, al igual que otras actividades, fue afectado por la propagación del Covid-19, con el cierre de los recintos e iglesias y la celebración a puerta cerrada de misas y otros eventos litúrgicos.
Foto San Juan de los lagos – crédito / Facebook: @catedraldesanjuandeloslagos / Fotos basílica de GuadaluPe – crédito Twitter: @INBGuadaluoe