No cabe la menor duda que la pandemia por la COVID-19 en nuestro país profundizó aún más la brecha de género en el mercado laboral, las mujeres son mucho más vulnerables en distintos factores laborales, en la actualidad y como consecuencia de las medidas de confinamiento se han registrado pérdidas de miles de empleos, de acuerdo con las cifras provenientes de la Encuesta sobre el Impacto Económico generado por el COVID-19 (ECOVID-ML) del INGEI, se ha encontrado una importante precarización en las condiciones de trabajo de las mujeres con relación a los hombres, durante abril del 2020 se registró la tasa de participación femenina de apenas 36.4% mientras que la masculina se ubicó en 69.1%, estas cifras eran de 76.5 y 45.4% respectivamente un mes antes de la pandemia. Esto implica que la proporción de mujeres que fueron desplazadas del mercado laboral fue significativamente mayor que para los hombres: la caída en la tasa femenina fue de 9 puntos mientras que la masculina fue de 7.4 puntos.
En el ámbito de mujeres profesionistas, los resultados de la encuesta también mostraron que como producto de la emergencia sanitaria el 44.6% de las mujeres profesionistas que trabajan disminuyó su jornada laboral, 46.2% tuvo una caída en su nivel de ingresos y cerca del 87.7% no ha recibido ningún apoyo para hacer frente a la crisis.
El trabajo, tareas de casa y los cuidados
La emergencia sanitaria implicó también la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos y la paralización de todos los apoyos alimenticios y de recreación que los alumnos reciben dentro de las instituciones. Las tareas de supervisión y apoyo en la educación en línea las han asumido de manera desequilibrada las mujeres, incluso las que tienen una ocupación adicional al hogar. Cerca del 55.9% de las mujeres se encuentran laborando desde sus hogares; de estas mujeres, el 34% declaró que además de hacer trabajo desde casa ha dedicado más tiempo que antes al cuidado de hijos, adultos mayores o algún otro tercero; la cifra para los hombres fue de 24 por ciento.
¿Retorno laboral para las mujeres en la “Nueva Normalidad”?
En muchos sectores se puede percibir que la pandemia genera un mayor impacto, pero sobre todo más negativo, sobre las mujeres que sobre los hombres. Por principio de cuentas, la desigualdad estructural previa de ingreso y empleo entre hombres y mujeres; seguido por la propia naturaleza que la pandemia generó, misma que regresó a buena parte de la población a los hogares, en donde hay que observar que tradicionalmente la mujer trabaja sin remuneración.
El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) realizó una primera medición del impacto desigual de la pandemia sobre las mujeres. Precisando que su primer dato es tácito, ya que de por sí la responsabilidad doméstica y el cuidado de niños y viejos recae fundamentalmente en la mujer, en términos porcentuales en promedio las mujeres dedican 64% de sus horas de la semana al hogar; los hombres, solo 24 por ciento. La pandemia no ha hecho sino aumentar exponencialmente la carga de trabajo y cuidados en el hogar. De acuerdo con el IMCO, los hombres, continúan regresando al mercado laboral incluso bajo el esquema de la “nueva normalidad” más rápido que las mujeres, en tanto que el retorno laboral de las mujeres se ha dado, en la mayoría de los casos con condiciones desventajosas y sin seguridad social. Entre abril y julio de este año, las trabajadoras con autoempleo aumentaron de 14 a 23 por ciento, en tanto que la tasa de trabajadoras no remuneradas se duplicó, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. De acuerdo con esta misma encuesta, el 53% de las mujeres trabaja en alguna actividad de servicios, las más afectadas por la pandemia, mientras que solo 36% de los hombres están ocupados ahí.
La autora es Secretaria de Acción Femenil del Colegio de Abogados del Valle de México, A.C.