Sobre contingencias próximas —es decir, la CNTE—, Sergio Aguayo (Reforma) reescribe el periplo de Elba Esther Gordillo, La Maestra, desde que sucedió a Carlos Jonguitud Barrios en 1989 por un dedazo —literalmente— de Carlos Salinas de Gortari (último «presidente imperial», según Aguayo) hasta el confinamiento en cárcel proporcionado por nuestro presidente actual, Enrique Peña Nieto.
Por otro lado, Héctor de Mauleón (El Universal) trata de desenmarañar la supuesta captura del hijo de El Chapo, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, conocido como El Chapito, ocurrido hace un par días en Puerto Vallarta. Aparentemente sucedieron dos cosas: «alguien» que estaba cuidándolos los entregó, y el hijo de El Chapo no se encontraba ahí.
Los Juegos Olímpicos (JO), por último, ciertamente merecen ser mencionados. Como cierra una gran columna de Yuriria Sierra (Excélsior), «México en Río 2016 es un claro espejo de México en México 2016». De una manera perturbadoramente similar comienza la intervención de Ricardo Rocha (El Universal) en su espacio periodístico: «Lo que está ocurriendo en los Juegos Olímpicos es un reflejo sintético de la realidad mexicana: ineficiencia, corrupción, improvisación y, de manera muy gráfica, el insultantemente excesivo abuso de poder…». Mientras la primera utiliza la historia para rememorar las mejores intervenciones de México en los JO y contrastarlas con el aciago presente, el segundo se dedica a exhibir el cinismo del funcionario a cargo de la Conade, Alfredo Castillo. Al final, ambos ven la situación igual, que se resume en un fragmento de la columna de Yuriria Sierra:
«Pero sucede que en nuestro país no pasa lo que en otros países del mundo. Aquí no se ve al deporte como algo que deba ser desarrollado desde tempranas edades, entre todas las capas sociales, sino que se le mira como una parte de la estructura del Estado, como una promesa de campaña, como una veta más de la nutrida burocracia de los gobiernos en turno».
Una última columna jocosa al respecto: «Otra vez me Río de Janeiro», por Jairo Calixto Albarrán (Milenio).
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