Los primeros escarceos del proceso electoral de 2021, han sacado a relucir los temores y tumores de los actores políticos ya que, en buena medida, está en juego la aceleración o la contención de la transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no está dispuesto a quedar fuera de la jugada.
Tras su amplio triunfo en las elecciones de 2018, el ahora titular del ejecutivo hacía escarnio de sus opositores, a quienes minimizaba y los exhortaba a que se organizaran para enfrentarlo. Hoy que en el panorama se avista un frente opositor amplio, pretende invalidar, ideológicamente, la unión de quienes difieren de sus moditos de gobernar.
A pesar de la popularidad presidencial, cada día es mayor la desaprobación de los ciudadanos acerca de cómo ha manejado los asuntos públicos, donde los resultados brillan por su ausencia y los mexicanos encuentran cada vez más dificultades para no perder o, al menos, conservar sus niveles de vida.
De ahí el surgimiento del Tumor (Todos Unidos contra Morena), como en su momento bautizó Gabriel Quadri, que parece cobrar forma con la coalición entre PRI, PAN y PRD y la participación del movimiento “Sí por México”. Vínculos que estarían generando escozor en el oficialismo, que hace intentos por descalificar dicha asociación.
En cambio, los aliados de Morena no parecen muy contentos con la fidelidad ciega que les quieren imponer y han adoptado actitudes independentistas que hablan de la desunión que priva entre los integrantes de “Juntos Haremos Historia”, además de las cruentas batallas que se esbozan por alcanzar alguna candidatura.
De los nuevos partidos que participarán en la contienda del año entrante, poco se sabe, lo cual sería indicativo de que tendrán serios problemas para conservar su registro, sobre todo porque están imposibilitados de establecer coaliciones con otras fuerzas políticas.
Por su parte, las autoridades electorales enfrentan serios escollos para lograr que los participantes en la contienda se sujeten y cumplan las disposiciones en la materia, con el reto adicional de que a causa del Covid-19 implicará la adopción de formas poco ortodoxas en las campañas, así como en la fiscalización de las mismas.
Casi todos los institutos políticos han mostrado reticencias para aceptar la paridad de género en las candidaturas, al menos en las gubernaturas, lo que podría conducir a la judicialización del proceso. Algo similar se presenta respecto a si los aspirantes a la reelección deben o no renunciar a su actual cargo y al acceso a recursos públicos.
A manera de cereza en el pastel, el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, José Luis Vargas Valdez, enfrenta sospechas sobre el origen y crecimiento de su patrimonio, lo que -de mantenerse en el cargo- seguramente debilitará las determinaciones que adopte en caso de disputas electorales.
Las alianzas y coaliciones entre partidos políticos, además, pone en la mesa de las discusiones ¿cuál es el sentido de tener tantos partidos políticos, si a final de cuentas, quedan agrupados en tres corrientes, que no necesariamente implican afinidad ideológica? ¿Deben prevalecer las alianzas y coaliciones o aplicarse una especie de darwinismo político-electoral en el cual sólo subsistan los más aptos?
En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador considera que la democracia se resume en una lucha entre el bien y el mal, que propicia división y dificulta el establecimiento de acuerdos, al volver irreductibles las posiciones. Sin embargo, el titular del ejecutivo, a como dé lugar, quiere seguir ocupando un lugar primordial en el ánimo de los electores.
Por la forma en que se están manejando los temores y los tumores entre los actores políticos, es muy factible que al término de la jornada electoral de junio próximo, los mexicanos estemos imposibilitados para lograr acuerdos que nos permitan superar las desigualdades e inequidades existentes antes y después del coronavirus.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, aseguró que “no es indispensable tener una vacuna para que se regrese a las escuelas; ayuda, pero no es indispensable, hemos considerado condiciones de seguridad sanitaria que permitiría retornos… en los estados en verde”.
En resumen: cubrebocas y vacunas, ayudan, pero no son indispensables, según el funcionario que ayuda, pero no es indispensable.