Cuan falso fue tu amor, me has engañado
El juramento aquel, era fingido
Solo siento, mujer, haber creído
Que eras el ángel que yo había soñado
Termina 2020, el año más complejo y difícil para los mexicanos en los últimos tiempos, con pérdidas por todos lados y con un gobierno y un partido en el poder falsarios. Con base en otros datos -sin comprobarse, por cierto-, la actuación del presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena subraya la perversidad y el engaño como sus sellos distintivos.
Al finalizar este diciembre, nos faltarán más de 160 mil mexicanos, de acuerdo con cifras oficiales, que gracias al abandono de esta mala administración fallecieron, ya que de poco o nada sirvieron los detentes y estampitas milagrosas para evitar los efectos del Covid-19, y muchos menos tuvo resultados positivos la supuesta estrategia de abrazos, no balazos.
El autoengaño en un jefe de Estado es casi consustancial al encargo; pero llevarlo al extremo de crear una realidad alterna es inaudito. Afirmar que el presente año los terminaremos bien en lo económico, es querer vernos la cara a los mexicanos, pues de acuerdo con cifras oficiales, la caída del Producto Interno Bruto será de más de ocho por ciento, como no se había visto en muchas décadas.
Extinción de miles de empresas y millones de ciudadanos engrosando las filas del desempleo desmienten los dichos de López Obrador. Las multimillonarias inversiones que ha publicitado, brillan por su ausencia; los avances de sus proyectos insignia de infraestructura -para expertos serán otros elefantes blancos– muestran ya sobrecostos importantes, pequeños Fobaprobas que habremos de pagar los mexicanos durante largos años.
Inmerso en un mundo que existió hace medio siglo, el primer mandatario cree que gobernanza es equivalente a engañar durante dos horas cada mañana a la población. Sus declaraciones matutinas están llenas de imprecisiones y falsedades, por lo que para acallar los señalamientos adopta el papel de brabucón o de víctima, según lo que más le convenga.
Sus afanes absolutistas, contrarios al concepto básico de democracia, han propiciado que durante su mandato la violencia contra mujeres, defensores de derechos humanos, luchadores sociales y periodistas haya proliferado; que la escasez de medicamentos sea la constante; que el Estado de derecho sea vulnerado; y que la corrupción vaya ganando terreno en sus filas.
Por eso no debe extrañar que Morena sea un muégano de intereses y no de convicciones, como lo demuestra la carta de renuncia a dicho partido de Claudia Valera Yáñez Centeno -hermana de quien fuera vocero durante largo tiempo de López Obrador-, dirigida a Mario Delgado, en la que le expresa:
“El infame uso que usted, la Comisión Nacional de Elecciones y la Comisión de Encuestas de Morena hicieron de quienes aspiramos a ser elegidos… me es imposible continuar afiliada a ese partido en el que de manera desleal y oprobiosa se atropellan los derechos político-electorales de sus militantes”.
2020 no ha sido un buen año para los mexicanos, que hemos visto descender nuestro nivel de vida. Situación que se ve agravada por el apartamiento de la realidad y de la legalidad, que termina siendo perversidad, tanto de López Obrador como de Morena, que en el engaño y falsedad encuentran su razón de ser y existir.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
A pesar de las adversidades por las que todos atravesamos, de corazón deseo que 2021 sea de realizaciones y logros. ¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!