Antonio Ramón Villar nació el 23 de enero de 1953 y creció en la periferia oriental de Los Ángeles junto a su madre y tres hermanos. A los 15 años dejó de trabajar para apoyar un boicot en favor del campesinado. A los 16, un tumor en su espina dorsal lo dejó temporalmente inmóvil. Poco tiempo después de su recuperación abandonó la escuela pública a la que fue transferido por conductas violentas. Su madre lo convenció de regresar y un profesor de inglés le sirvió de inspiración. Logrando entrar a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) se convirtió en un notable organizador de protestas en contra de la guerra de Vietnam, simpatizó en círculos laboristas. Se graduaría en Historia y en Derecho para casarse con Corina Raigosa, con quien decidió mezclar apellidos, con quien pasaría 30 años de vida.
Miembro de la Asamblea del Estado de California por el distrito 45, Líder Mayoritario de la Asamblea de California, Vocero de la Asamblea de California, Miembro del Consejo de la Ciudad por el distrito 14 y el primer alcalde hispano en más de un siglo de historia en la ciudad de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa es símbolo de seguridad y pluralidad para el partido demócrata de los Estados Unidos, para sus votantes y otros curiosos internacionales. El ahora ex Alcalde de Los Ángeles, abiertamente aspirante a gobernar el estado de California, se entrevistó poco tiempo antes de la elección norteamericana en exclusiva con CM.
Eres uno de los 25 latinos más influyentes en el mundo según la revista Time y se te considera uno de los líderes del Partido Demócrata. Después de perder tu primera contienda regresaste en el 2005 para hacer historia y ser el primer alcalde con raíces hispanas desde 1872. ¿Qué factores permitieron esto y cuál fue la recepción de una ciudad y de un estado tan caracterizados por el contraste?
Nunca pienso en si soy influyente o no. Siempre he sabido, desde que tenía 15 años, cuando empecé con el boicot campesino junto a César Chávez y Dolores Huerta que alguien con una educación necesita y tiene como responsabilidad y obligación enfrentar los actos injustos. Enfrentar la discriminación, empoderar a los que no tienen poder. Durante los casi 50 años de mi activismo, eso ha sido lo que realmente veo como obligación.
Es cierto que perdí la primera elección y gané la segunda. Esa noche que la perdí dije I will be back. Era inevitable la apertura de esa puerta. La diferencia entre las dos elecciones fue que la primera vez el otro candidato intentó asustar a la gente con los cambios demográficos, el aumento en la población latina. Y que yo, como primer alcalde de descendencia latina pero mexicana, realmente no iba a ser un líder para todos. Traté de convencer a la gente en la primera elección (pero estoy seguro que los terminé de convencer en la segunda) que en realidad yo quería unir a la gente. Los Ángeles es una de las ciudades más diversas en los Estados Unidos y en el mundo: 67% de Los Ángeles viene de América Latina, Asia y África; 44% son nacidos en países extranjeros, de los cuales 48% son latinos. Nuestra fuerza es la diversidad y necesitamos líderes que conozcan a todos los grupos y quieran unirlos.
Convencí a la mayoría de las personas que haré historia, y la haré, pero igual que todos los que van a seguir después de mí, get over it. Cuando la gente me pregunta de qué estoy más orgulloso, inmediatamente respondo que de la seguridad que pude brindar en Los Ángeles: bajó el crimen y la violencia 50% durante mis 8 años. También de la reducción de las emisiones de carbón: dentro de los Estados Unidos, Los Ángeles fue la ciudad que más bajó, quedamos quinto lugar en el mundo. Aumenté el transporte público más que cualquier otro alcalde de EEUU en ese tiempo. Presumo, también, que aumentó la graduación de escolares del 44% a 72%. Pero de lo que estoy más orgulloso es que al final no sólo fui el alcalde latino, fui un alcalde para todos y con bastante éxito.
De todas las problemáticas que había cuando llegaste a la alcaldía en 2005, ¿cuál era la que necesitaba atención inmediata, el mayor problema que veías en la ciudad de Los Ángeles?
La falta de educación en los pobres, en los latinos, en la gente de color. Faltaba desarrollar capital intelectual. Fui el primero en enfrentar la reforma educativa y abrir la puerta para los demás gobernantes. Siempre he pensado y expresado que el papel del primero no es golpearse el pecho y pensar que uno es especial; el papel del primero es abrirle la puerta a los demás. Eso hice con la educación.
Con la educación y los jóvenes; nos interesa mucho que cuentes sobre la marihuana, está en la coyuntura política de México. ¿Cómo sigue el debate respecto a ese tema?
Tras la elección presidencial de noviembre, vamos a tener una proposición que trate de legalizar la marihuana. Es una proposición con fallos (no es perfecta) pero he dicho que voy a apoyarla porque entiendo que demasiados jóvenes han sido encarcelados por el uso de marihuana con una pena que es francamente desproporcionada, ¡y más dura para latinos y afroamericanos! Creo que en vez de criminalizarla deberíamos legalizarla. Y a la par educar a la gente de los daños y beneficios de su uso. Regularla, ponerle un impuesto. Presiento que nuestra proposición va a pasar.
El tema de las drogas es difícil porque conlleva el del narcotráfico. Se cree que el principal consumidor es Estados Unidos y aquí, en México, se debe seguir produciendo. ¿Cuál es tu postura con respecto a ese tema?, ¿hay alguna manera en la que ustedes influyan?
Tenemos que cumplir con nuestra responsabilidad en los Estados Unidos —entendiendo que estamos consumiendo las drogas— de cooperar y ayudar a México. Creo que es importante que nos apoyemos en aplicar la ley, y también tratar de afrontar la extrema pobreza. Porque ésta es el contexto en el que los cárteles pueden reclutar a los jóvenes. Ayudaría tener muchos más programas para asistir a la gente adicta, tratar de ver el uso de drogas como un asunto de salud y no solamente de seguridad. Al mismo tiempo tenemos que hacer mucho más, como prohibir las armas que vienen de aquí a México y son utilizadas por los cárteles y organismos criminales. Eso, indudablemente, sería parte de asumir la responsabilidad de los Estados Unidos.
La seguridad es un tema delicado en este país. Antonio, tú lograste bajar la inseguridad en tu ciudad a niveles históricos, ¿cómo podemos llevar eso a México?
Como bien dije, México tiene que poner mucho más de sus recursos en batallar la extrema pobreza que deriva en la falta de oportunidades para jóvenes, la falta de educación. Se deben fortalecer sus instituciones y profesionalizar a la policía, no solamente a nivel federal, en lo local.
Eres un caso de éxito por tu labor en la alcaldía de Los Ángeles. Hay muchos aspectos en los que mejoraste tu ciudad. Queremos que esta sea una oportunidad para que le hables a los alcaldes de México, ¿cómo mejorar el tema de la transparencia y la ética a nivel local?
Cuando hablo con los jóvenes que quieren entrar en la política les pregunto por qué quieren entrar, ¿por el poder?, ¿por la fama?, ¿por ser influyentes? Siempre les digo que si quieren entrar es porque quieren servir, la política es servicio para el otro, especialmente para los que no tienen poder, para el pobre, el marginalizado. Ese debe de ser el timón de conducción de todos en el gobierno. La verdad es que el poder es un regalo de la gente. Tienes que usarlo para procurar el bienestar de quienes te pusieron ahí. ¿Es tan difícil de entender? Por eso lo primero que les digo es que tenemos que ser honestos, mantenernos con integridad.
Cuando salí de la alcaldía de Los Ángeles, una de las ciudades más poderosas en el mundo, el New York Times dijo «Villaraigosa sale sin casa, carro ni trabajo.» Salí sin nada. La verdad es que tenemos que cumplir nuestro servicio público poniendo el interés del pueblo por sobre el interés personal. Sea allá o acá nos tenemos que mantener con integridad. Como ustedes saben, la cuestión de la corrupción y la falta de transparencia son temas muy duros en México. La gente está harta y muy frustrada con ese tipo de prácticas. Se frena todo, comenzando por a credibilidad.
A partir de este momento en México va a ser posible que los alcaldes se reelijan, ¿en qué medida puede esto impactar para que las ciudades cobren identidad? Porque Los Ángeles tiene identidad, Chicago tiene identidad, Nueva York, San Francisco, Washington D.C., San Diego, Phoenix, Miami, Nueva Orleans, Boston entre tantas otras, tienen identidad. Esto no es tan común en México, parece que las ciudades son opacadas por los estados o los pocos destinos de renombre turístico internacional, carecemos de buenas prácticas de federalismo.
Muchas ciudades tienen identidad, pero son las más grandes. De la reelección estoy a favor plenamente, es muy difícil tratar de tener éxito en un periodo tan corto como tres años. Se necesita más tiempo para desarrollar ideas e implementarlas como política. Los términos hasta de cuatro años serían buenos. Aunque he dicho que los términos para un alcalde, gobernador y presidente son una cosa y los términos para legisladores son otra. Los legisladores deberían tener aún más tiempo para desarrollar y ser efectivos. Si mañana tuvieras que ir a cirugía, ¿irías con un médico que tiene más experiencia o menos experiencia?
Con más, ciertamente.
¡Pues es igual con las leyes! Deberíamos tener un grupo de gente profesional, con profundo entendimiento de cómo manejar el gobierno. Es algo negativo estar en posiciones de poder que no tienen más de un término, especialmente en el legislativo, que debería de tener incluso más de dos.
¿Su plan desde el principio fue a mediano plazo?, ¿un político americano ya tiene en la cabeza los ocho años?
Obviamente. Necesitas al menos seis a ocho años para implementar la política que quieres, los planes. La verdad es que términos tan estrictos no ayudan a nadie. No puedes hacer proyectos y cumplirlos en un término tan cortito. Y sí, cuando contendí, comprendí que tenía la posibilidad de ocho años. Planeé de una manera en que, si no hubiera tenido esos ocho años, hubiera podido decir que en cuatro años hice lo más que pude. Pero sí, es necesario pensar una administración a mediano y largo plazo.
Estamos conscientes de que las encuestas nacionales a veces no son el mejor barómetro para definir la preferencia del electorado. Pero, ¿cómo es que 1/3 del voto latino, según las encuestas, favorecería a Trump?
Porque hay gente mal educada en todas las razas. La verdad es que muchos no entienden. Recuerda que cuando hablas de latinos es una amplitud. En realidad, si hablas del mexicano, yo creo que nada más como un 10%. Cuando Trump visitó México, decían que 5% de mexicanos estaban a favor de la visita de Trump y que al 15% ni le importaba. ¿Y esa gente? Es ignorancia, falta de educación.
Cambiemos el giro para terminar la entrevista: preguntas para responder, de ser posible, en una palabra.
Aaaaah. [risas]
¿Comida mexicana favorita?
Mi favorita es… ¡el ceviche hecho por mi esposa!
¿Libro que más te guste leer o mejor te describa?
Por lo regular leo cada día cuatro periódicos que me describen: Financial Times, New York Times, Western Journal, Los Angeles Times. El periódico es una fuente que te da referencias y diferencias nacionales e internacionales. En términos de libros, lo que más me gusta es non-fiction, y biografías. La última que me gustó mucho fue la de Theodore Roosevelt.
Antonio, cuéntanos ¿dónde te vamos a ver en unos años?, ¿ya sabes?
[Sonríe] Sí… seguramente casado, feliz y, posiblemente, en otra oportunidad de servir.
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