Además de arreglar las calles, avenidas, caminos y carreteras de todo el país, que están hechas una desgracia, el presidente Andrés Manuel López Obrador debería llevar a cabo una amplia labor de bacheo de la Constitución luego de que, con su lluvia de reformas, ha provocado hoyancos y socavones en la Carta Magna.
La larga cadena de litigios, nacionales e internacionales, que enfrenta el gobierno cuatroteísta son el equivalente a los baches que impiden un tránsito fluido de la inversión privada. De hecho, la frenan y podrían descarrilarla, por la falta de confianza.
Es en el campo energético donde los hoyancos son de grandes dimensiones y se necesitaría algo más que el simple relleno de los huecos. Se hace necesario un reencarpetamiento legal de buena calidad y de larga duración; de otra manera el ingreso de capitales privados será escaso.
La vuelta a los caminos del Estado benefactor A través de la fijación de precios máximos y de entrega de subsidios a ciertos productos de consumo amplio, son terrenos blandos, en donde la aparición de hoyos de corrupción son frecuentes y por más labores de relleno y limpieza nunca rinden los frutos deseados; simplemente no quedan bien y salen mucho más caros.
Pero no es únicamente en el plano económico donde los baches legales impiden el avance sostenido del desarrollo nacional. También en otro tipo de ordenamientos el deterioro de la carpeta legislativa genera dudas de que la autopista de la democracia se encuentre en buen estado.
Las continuas tormentas eléctricas y lluvias que caen sobre las grandes avenidas de los organismos autónomos, como el INE, INAI, Banco de México, Cofece e INEGI entre otros han generado encharcamientos e inundaciones que anegan la vía democrática, como si la intención fuera volverlas intransitables.
En estos casos, esa parece ser la intención del gobierno de López Obrador: cerrar estas vías alimentadoras de la carretera de la democracia, a fin de que los ciudadanos sólo utilicen la autopista cuatroteísta de peaje, a costa de la libertad de tránsito, consagrada en la Constitución.
La carretera de la civilidad, el predominio de la civil, ha sufrido de deslaves importantes en varios tramos. La creciente participación de las fuerzas armadas en sustitución de los sectores privados y social en diversas actividades económicas, no es garantía de que se corregirá los errores en su diseño.
En realidad se trata de construir un red carretera elevada, a manera de segundo piso, exclusivo para las fuerzas armadas que podrán movilizarse con rapidez, sin los inconvenientes de los ordenamientos que rigen para el resto de la sociedad.
Sin embargo, estos atajos legaloides en los que se sustentan estas determinaciones del presidente López Obrador, pueden derivar en caminos de terracería que, más temprano que tarde, terminarán en lodazales por los baches legales en los que se sustenta.
Los más significativo de este amplio programa de bacheo de calles y de otras acciones de mejora de servicios públicos que anunció el primer mandatario, se da luego de que su partido Morena, se alzara con el triunfo en 11 de las 15 gubernaturas.
Hasta antes, la austeridad franciscana impidió que estas acciones de beneficio a la comunidad las realizarán autoridades de oposición. De ahora en adelante, los gobiernos morenistas no tendrán esas limitaciones.
El socavón causado por tres años de mala gestión gubernamental, lo explica la profundidad de la caída del cuatroteísmo entre 2018 y agosto de 2021: de una preferencia inicial de más 30 millones de votos a alrededor de 8 millones en la consulta popular.
Para tapar ese gran hoyo electoral, la administración lopezobradoriana inyectará importantes sumas dinero y reforzará su verborrea bolivariana, ante la proximidad de la consulta de revocación de mandato y con miras hacia 2024.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
En este mes la Suprema Corte debe resolver si es constitucional o no la ampliación por dos años más el periodo del ministro Arturo Zaldívar quien señaló que es un tema que ha causado inquietud y que empaña la trascendencia de la reforma judicial.”
@Edumermo