La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta que la actualización del IEPS a gasolinas, diésel, cigarros y bebidas saborizadas desató el alza de precios al arranque de este año en muchos de los productos de consumo esencial, incluso desde los últimos días de diciembre del año pasado. Aquí algunos de los aumentos más sensibles: la cajetilla de cigarros pasó de $66 a $70 pesos; se incrementaron entre $1 y $2 pesos, dependiendo la presentación, el pan dulce y los pastelillos, las botanas y las bebidas saborizadas; $2 pesos el pan de caja; así como los precios de gasolina subieron en promedio $1 peso y el diésel $1.20 (promedio nacional).
Este elenco de aumentos ha abierto “póker” a una retahíla de aumentos por venir en los segmentos de frutas, legumbres, verduras, abarrotes, papel higiénico, artículos de aseo personal y limpieza, huevos, lácteos, embutidos y cárnicos, entre otros. Este arranque del año 2022 vamos a vivir una cuesta de enero prolongada que se convertirá en una verdadera pendiente empinada para los consumidores mexicanos.
“Esta tendencia se ve consolidada por la virulenta cuarta ola de Covid-19, Ómicron, que está propagándose a una velocidad nunca antes vivida por la humanidad en pandemia alguna; más allá de lo letal o no de este embate, lo cierto es que está enfermando a la población y con ello hackeando la actividad económica de la sociedad”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Se han vuelto a hacer largas filas para la realización de pruebas PCR de Covid-19 en el país, hemos llegado a más de 644 mil muertes y 4 millones de contagios, estamos pagando con creces la laxitud y desenfreno de cómo vivimos las fiestas decembrinas de fin de año: el habernos quitado el cubrebocas, no haber guardado sana distancia y la participación en concentraciones tumultuosas en festivales y desfiles. Todo este comportamiento suicida ahora nos pasa la factura y las próximas semanas y meses la cuarta ola de Ómicron nos enfermará con toda su fuerza, debilitando nuestra actividad económica y fortaleciendo la escalada inflacionaria en los precios de los alimentos de la canasta básica, llevando a la inseguridad alimentaria a más de 30 millones de mexicanos y a que 2 de cada 10 mexicanos padezcan hambre.
El invierno, Covid-19 Ómicron y la prolongada sequía nos conducen a un arranque de año 2022 complicado, por decir lo menos. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes refrenda y redoblará sus esfuerzos de seguir monitoreando la variación de precios de los productos del consumo esencial de los mexicanos desde la sociedad civil, buscando orientar a la población a un consumo diario, útil por necesario.