El cambio climático es una amenaza en Yucatán pues el pulpo endémico de la región, el Octopus maya, sensible a las modificaciones de temperatura, puede “abandonar” la costa local en los próximos 50 años y migrar a otras zonas para sobrevivir.
Un estudio de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias de la UNAM reveló que uno de los mayores riesgos por no contar con la temperatura adecuada es que las hembras no desoven y los ejemplares juveniles no logren un crecimiento normal.
Además, si estos moluscos permanecen mucho tiempo a 30 grados, empezarán a morir.
En la costa norte estatal existe una corriente marina que ingresa a la plataforma de Yucatán desde el mar Caribe, la cual viaja a unos mil metros de profundidad, lo que permite que la temperatura en las aguas locales sean las adecuadas para la especie. Es decir, el agua que llega a Yucatán es más fría, lo que ocasiona que en verano los pulpos se desarrollen mejor al estar adaptados a esas temperaturas.