El 26 de abril legisladores de Morena denunciaron penalmente, ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, a la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, por supuesto abuso policíaco, violencia y tortura en contra del ciudadano Francisco “N”.
Esto porque el 19 de abril, el Sr. Francisco “N”, habría sido víctima de elementos de la Policía Bancaria Industrial, contratada por la Alcaldía Álvaro Obregón y su máxima autoridad Lía Limón, deteniéndolo de forma arbitraria, privándolo de la libertad y torturándolo.
Al parecer, ya hay una franca competencia entre Lía Limón y Sandra Cuevas para ver cuál es la alcaldesa que violenta más la ley. Como autoridades electas deben respetar la ley, no atropellarla. Llevan apenas seis meses gobernando sus alcaldías y es atropello tras atropello, violentan una y otra vez la ley. Deberían respetar a los ciudadanos que les dieron esa responsabilidad en sus cargos.
También hay que decir, que uno de los principales temas que traían en la reunión de alcaldes en la ciudad de México fue justamente que éstos tuvieran todo el control de la policía, e hicieron toda una estrategia para presionar al gobierno de la ciudad para que les entregara el control completo de la policía en sus alcaldías.
¡Imagínese!… si con los pocos policías que tienen bajo su control, -tanto Sandra Cuevas como Lía Limón- hacen estos atropellos, ¿Qué sería si se les entrega todo el control de la policía a sus alcaldías? No pueden, obviamente, coordinar la seguridad pública de sus alcaldías, porque lo que hacen es utilizar la violencia institucional contra los ciudadanos de sus propias demarcaciones.
Luego de que la denuncia fuera dada a conocer, Lía Limón emitió un comunicado en el que se compromete a cooperar con las autoridades durante la investigación; pero también EXIGE que “debe hacerse justicia a través de una investigación imparcial, ya que en ocasiones las autoridades no actúan de esa forma cuando hay alcaldes de oposición involucrados”. Y también acusó que: “hay ejemplos claros de persecución política por parte de la Fiscalía de la Ciudad de México y otras instancias que reflejan absoluta pequeñez en la visión del poder”.
Como vemos, no puede una alcaldesa conducirse con prepotencia, y Lía Limón ha cometido una serie de atropellos que han llegado ya a niveles verdaderamente inaceptables.
La Senadora Citlalli Hernández tiene razón cuando dice que no podemos permitir, ni callar ni ignorar que, a través de “Va por México” en la Alcaldía Álvaro Obregón, se ha cometido una serie de injusticas sistemáticas. Este programa para blindar las alcaldía panistas no está funcionando, pareciera que no entienden que hace tiempo que la ciudad de México conquistó una realidad de derechos y libertades, y no permitiremos que exista regresión donde gobierna el PRIAN en la ciudad”.
Por lo pronto, se ha presentado una denuncia penal y solicitado la remoción de la alcaldesa Lía Limón hasta que se investigue lo ocurrido con el ciudadano Francisco “N”, hasta dar con el responsable de haber autorizado estos hechos de represión, maltrato y violación de los derechos humanos contra el ciudadano de la Alcaldía Álvaro Obregón, antes citado.
¿Quién dio la orden de torturar a Francisco “N” hasta que éste diera la clave de su celular para borrar una serie de videos grabados por él, donde se ve como los policías bancarios maltratan a su sobrino con discapacidad? ¿De qué se hace responsable la alcaldesa Lía Limón? Parecería que el sello de los alcaldes del PAN es la mano dura, nada por la razón, todo por la fuerza.
El Senado de la República exhorta a la persona titular de la Alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, la Señora Lía Limón, a remover de su cargo a las personas servidoras públicas responsables de hechos posiblemente constitutivos del delito de tortura en contra del ciudadano Francisco “N”, y a solicitar licencia en el ejercicio del cargo en tanto se determine su grado de participación en tales hechos.
Nuestra ciudad no puede regresar a tener autoridades que permitan la tortura, la violación a los derechos humanos, las detenciones arbitrarias, y el abuso policiaco. Hemos forjado, bajo el gobierno de la Cuarta Transformación, una construcción de la paz con la claridad de que las patrullas y autoridades policíacas deben estar al servicio de la ciudadanía, y nunca de las visiones autoritarias de alcaldes y alcaldesas del Partido Acción Nacional.