El caso de Debanhi Escobar ha sido uno de los más representativos en los últimos tiempos, puesto que ha puesto de manifiesto, una vez mas, los deficientes trabajos policiacos, la mentira, incompetencia y falta de preparación de quienes tienen en sus manos la investigación de los delitos.
Mientras las autoridades rezan “que se abrirá una carpeta de investigación, que se realizará todo lo necesario, que llegarán al fondo del asunto”, el número de víctimas de feminicidio de multiplica en las entidades de nuestro país. Las cifras señalan que desaparecen 7 mujeres diariamente, otras fuentes apuntan que son 10 mujeres por día.
La realidad es que en México carecemos de seguridad, vivimos temerosos de que la siguiente víctima sea una mujer integrante de nuestra familia. Mientras tanto, nuestro empleado de Palacio Nacional mantiene una política de abrazos, o hablar con sus madres.
Es un caso lleno de inconsistencias, entre las que se encuentra que fuera localizado el cuerpo de esta joven estudiante de tan sólo 18 años hasta el cuarto cateo del motel “Nueva Castilla”, ubicado sobre la carretera a Nuevo Laredo en el kilómetro 15.5 la misma carretera donde desapareció Debanhi, cuando un “YouTuber” ingresó al mismo hotel momentos antes del hallazgo del cuerpo de Debanhi.
Mientras se buscaba a esta joven desaparecida, se encontraron los cuerpos de otras 5 jóvenes desaparecidas, cuyas familias seguramente también sufrían en silencio, mientras sus carpetas de investigación fueron archivadas.
México es un país con altos niveles de inseguridad. Los jóvenes que salen de sus casas a divertirse, tal vez no regresen, los asaltos están a la orden del día, quienes no están del lado del régimen y de muestran sumisión, son expuestos en una “mañanera” o acusados sin sustento de traidores a la patria.