Luego de que un grupo de acreedores solicitaran un proceso involuntario bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, la firma Crédito Real consideró que se trata de una estrategia de litigio con la que estos buscan obtener ventaja en negociaciones con la compañía y poder aventajar a la banca mexicana.
La empresa dijo tener conocimiento de que cierto grupo de bonistas presentaron esta figura de Capítulo 11 (Chapter 11), en contra de la Compañía ante un Juzgado Quiebras del Distrito Sur de Nueva York de Estados Unidos.
Al respecto, la firma crediticia, con presencia en Estados Unidos, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y Honduras, detalló que considera esta medida improcedente y recordó que los denunciantes representan menos de 10 millones de dólares en créditos de la empresa.
En este sentido, una persona allegada a la compañía afirmó que estas acciones son un golpe bajo en un momento crítico para Crédito Real, donde se busca desprestigiar el avance hecho para proteger a los acreedores garantizados. Parece una reacción visceral a la estrategia de la compañía de traer el proceso a México y protegerse de las acciones de los bancos locales.
“Es una medida muy poco común aún en Estados Unidos, y denota desesperación y desorganización por parte de los bonistas. Amundi, Monex y Solitaire además de sus asesores, Akin, Gump, Houlihan, Blink, Galicia y Sainz Abogados están corriendo un riesgo importante de una contrademanda por daños y perjuicios. La compañía debe pelear esta Petición Involuntaria bajo leyes de EE.UU. Crédito Real, su negocio, y sus bienes continúan como si la Solicitud Involuntaria jamás se hubiera presentado”, precisó la fuente.
Una fuente cercana al caso afirmó que estas acciones son un golpe bajo en un momento crítico para Crédito Real, donde se busca desprestigiar el avance hecho para proteger a los acreedores garantizados. Parece una reacción visceral a la estrategia de la compañía de traer el proceso a México y protegerse de las acciones de los bancos locales.