Ciudad de México, 12 de agosto de 2019.- En Texcoco, el gas LP se convirtió en una mina de oro para el crimen organizado… y para las autoridades locales.
Por lo menos desde 2017, la delincuencia tiene una red de distribución de gas LP, la cual incluye empresas fantasma y huachicoleros.
De hecho, después de Puebla, el Estado de México ocupa el segundo lugar en el hallazgo de tomas clandestinas de gas LP.
De acuerdo con investigaciones ministeriales emprendidas con denuncias de comerciantes y gaseras, grupos armados han impedido el ingreso de repartidores, mientras que los usuarios son amenazados para que no compren a otro distribuidor “no autorizado” por el Ayuntamiento, gobernado por la morenista Sandra Luz Falcón.
Lo anterior pese a que los permisos de distribución son federales y los otorga la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
En agosto de 2017, así como en mayo y octubre de 2018, sujetos armados golpearon a operadores de pipas de gaseras que intentaron vender su producto en la zona.
La Policía municipal, lejos de impedir las golpizas a los choferes de pipas, apoyó el “operativo”, según testimonios recabados en las denuncias ante la Fiscalía del Estado.
“Se pidió apoyo a la Policía municipal y nomás no jaló; en la segunda ocasión tuvimos apoyo de los ministeriales, pero cuando intentamos entrar sin ellos nos amenazaron; en la tercera ocasión logramos vender gas tres días, pero ya estaban los vecinos amenazados para no comprarnos, ese día secuestraron a los operadores de la pipa, los amenazaron de muerte y con quemar las pipas”, denunciaron empresarios de una gasera expulsada.
Los delincuentes han utilizado vehículos y camionetas en convoy para amedrentar a la gasera que se atreva a invadir su territorio y al usuario que compre a otro distribuidor, agregaron.
“Nos dejan sin gas o nos ponen trabas para cerrar nuestro negocio”, acusó un taquero del centro de Texcoco. “Además nos venden litros incompletos”, reprochó el comerciante.
En Texcoco, Municipio de unos 250 mil habitantes, el mercado de gas LP representa ventas mensuales por 10.8 millones de pesos.
Las indagatorias, entre otras líneas de investigación, apuntan al ex Alcalde sustituto de Morena, Jesús Adán Gordo Ramírez, actual delegado del IMSS en el Estado de México Poniente.
Su nombre fue referido por golpeadores que destruyeron al menos tres pipas de una gasera que intentó distribuir el combustible en ese territorio, con saldo de cuatro operadores heridos.
“Este territorio es del Alcalde, cabrones”, gritaron en una de las agresiones de 2017, según la narrativa de los operadores.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía mexiquense, la distribución en Texcoco está controlada por unas 90 pipas de las gaseras Soni, Vela, Multiregional y Josna, así como otra identificada como Gas LP México, que es señalada como empresa fantasma que distribuye gas de tomas clandestinas.
Gaseras como Tomza, Gas Metropolitano, Uribe, Nieto o Regio Gas, han sido expulsadas cuando han intentado entrar a distribuir a Texcoco.
Con información de Reforma.