La controversia sobre el supuesto plagio que hizo la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Yasmín Esquivel con su tesis de licenciatura se dio a conocer a través de un espacio informativo de Carlos Loret, un periodista famoso pero muy corrupto.
Propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y avalada por 95 senadores, la ministra Yasmín Esquivel ha sido la única que votó a favor de manera unánime respecto a la Constitucionalidad de la Consulta Popular; la Revocación de Mandato (constitucionalidad de la pregunta); el decreto de Fuerzas Armadas para tareas de Seguridad (Sedena), y la Eliminación de la Prisión preventiva Oficiosa para los Cargos de Contrabando, Defraudación y Tráfico de Facturas); es decir a favor de más democracia, mejor seguridad y menor impunidad en todos los casos.
En contraste habría que analizar muy bien el actuar y las votaciones respecto a los temas anteriores, de quienes quieren encabezar el Poder Judicial Federal.
El escándalo de la tesis (sustentada hace 35 años) ha sido forjado desde los sótanos más oscuros de la oposición como una maniobra para impedir que la ministra Esquivel alcance la presidencia de la Corte, porque representa justamente un proyecto transformador que busca ser repelido por la derecha de nuestro país.
Existe un golpe en contra de la ministra para afectar su candidatura por la dirigencia de la SCJN, que también estaría orientado a denostar la administración de la Cuarta Transformación. De los cinco aspirantes a presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación: dos los propuso el ex presidente Felipe Calderón: Alfredo Gutiérrez OrtÍz Mena, y Alberto Pérez Dayán; y dos los propuso Enrique Peña Nieto: Javier Laynes Potizek, y la ministra Norma Lucía Piña.
Tal parece que la acusan porque es la garante de la reforma del Poder Judicial, es decir, del cambio, y ciertos sectores quieren desprestigiarla por el miedo a perder los privilegios que aún les quedan.
Los ataques y descalificación no impedirán que la ministra Yasmín Esquivel acerque la justicia al pueblo; y ya ha dicho que no se retirará de la contienda por la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia. Es ella quien denuncia que en la sucesión “hay jugadores que intentan imponer a uno de sus agentes”, lo cual es grave.
Y ofrece datos: de acuerdo con la Encuesta 2022 sobre Victimización realizada por el Inegi, 67 por ciento de los mexicanos no confían en la justicia, lo cual “es un tema alarmante porque si no tenemos justicia ni estado de derecho, no hay estabilidad”.
“La gente no confía en los jueces ni en los magistrados, o los ministros. He trabajado en tribunales desde el 2020; después de más de 20 años de impartir justicia nos damos cuenta de que no hemos tenido la capacidad, los juzgadores, de llegar a las partes, de llegar a la gente que acude a nosotros”. (Miguel Ángel Velázquez, La Jornada, 28 diciembre, 2022).
Su intención es tratar de sentar las bases que permitan que cambie la percepción entre la gente respecto al Poder Judicial. A su decir, existe un adeudo con la sociedad, por lo que hay que sensibilizar y concientizar a nuestros jueces para que la justicia sea inmediata, cercana, y además sensible para que se traduzca en la justicia social que se necesita. Por eso es necesario un Poder Judicial independiente, y muy fortalecido”; asegura quien confía en que sus compañeros no se dejarán influir y votarán en conciencia.
Sería la primera vez que una mujer presida el Poder Judicial de la Federación, y no se dejará influir por presiones de aquellos que lo que quieren es demeritar y desacreditar a una de las contendientes que tiene un programa fuerte, un proyecto sólido para que ocurra un cambio que conduzca a que los ciudadanos vuelvan a confiar en la justicia.
El comité de la FES Aragón que se encargará de analizar el caso del supuesto plagio cometido por la ministra Jazmín Esquivel en su tesis de licenciatura sesionará en una fecha aún por definir, pero es probable que el tema se resuelva en los últimos días del 2022. El comité de la FES Aragón será el primer encargado de abordar el punto y, en función de lo que resuelva, podrá intervenir, después, el Tribunal Universitario.
Es obvio que los opositores tienen mucho miedo, porque la ministra Esquivel es una mujer que está de acuerdo con la transformación del país. Ella lo ha llamado un “campaña perversa, para tumbarla. No lo lograrán.
El próximo 2 de enero se tomará la decisión y se abrirá la posibilidad de que por primera vez una mujer esté al frente del máximo tribunal de México.