En el marco del Día Mundial del Agua, Humberto Armenta, presidente del Consejo de Administración de Regiomontana de Construcción y Servicios (Recsa), presentó su nuevo libro ‘Financiamiento de la Infraestructura Hidráulica y la Gestión Hídrica en el Valle de México’, obra que tiene por objeto conocer los antecedentes en la materia que llevaron a plantear aumentos de capacidades e infraestructura en zonas clave de la urbe.
“Sin duda, este libro es esencial para entender cómo se han desarrollado y abordado todos los problemas de la gestión del agua en la capital del país, y cómo se han resuelto, mientras se ofrece una perspectiva de aquellos puntos que aún requieren atención”, resaltó el empresario.
Asimismo, explicó que la estrategia para satisfacer la demanda de agua en el país no es tarea sencilla, por lo que su manuscrito realiza una radiografía de las perspectivas con las que se avanzó en el tema durante el siglo XX. Entre ellas, se encontraba el aumento de la oferta mediante transferencias de lugares externos, particularmente de los acuíferos de Xochimilco, de Lerma, de Chiconautla y de las aguas superficiales del Sistema Cutzamala.
Además, se trazaron planes para disminuir las extracciones subterráneas en el centro de la capital, así como el Plan de Acción Inmediata (PAI) para conseguir una distribución equitativa del vital líquido.
El ingeniero civil, con casi tres décadas de experiencia en la industria de la construcción, resaltó que entre los principales retos se encuentra la recarga de mantos freáticos, que a la fecha ya son atendidos en la zona sur de la ciudad; el tratamiento de aguas residuales para su posterior inyección en pozos; la edad promedio de las tuberías, que oscila en 30 años; así como la insuficiencia de fuentes de abastecimiento para alcaldías como Tláhuac e Iztapalapa.
“Con todo y las obras que existen actualmente, la capacidad de algunos colectores es insuficiente. El crecimiento de la CDMX en conjunto con el Estado de México, y el hecho de que el drenaje es combinado, es decir, de aguas pluviales y residuales, aunado a la capacidad conjunta de 315 metros cúbicos por segundo, provoca que las alcantarillas se desborden”, comentó.
En este sentido, explicó que la urbe es un ente en constante transformación, de ahí la importancia de la segunda entrega del libro, donde se muestra un recuento puntual sobre las problemáticas que han surgido desde la etapa posrevolucionaria hasta el comienzo del neoliberalismo, con especial énfasis en la resolución de dichos desafíos.
La principal tesis del nuevo volumen es conocer los antecedentes en la gestión hídrica para socializar los datos estratégicos y, en consecuencia, comprender la programación de los pasos subsecuentes. En suma, se detalla el financiamiento de la infraestructura hidráulica, la administración del líquido en su estado físico, la prestación de servicios públicos, las obras de drenaje pluvial, la normativa de la calidad del agua, así como la construcción de plantas de tratamiento residuales y potabilizadoras entre 1956 y 1967, respectivamente.