La seguridad de los niños y niñas durante el juego es una preocupación prioritaria en la industria del juguete. En un reciente webinar titulado “Las normas y la niñez”, Yazmín Bautista, gerente de laboratorios de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), enfatizó la importancia de los rigurosos procesos y normativas que respaldan la producción y comercialización de juguetes seguros.
Bautista destacó las acreditaciones otorgadas a la industria del juguete, especialmente aquellas relacionadas con la norma NOM-252-SSA1-2011, que establece límites de biodisponibilidad de metales pesados para garantizar la salud ambiental.
Asimismo, resaltó la relevancia de normativas como la NOM-015-SCFI-2007 y la NOM-161-SCFI-2003, que regulan el etiquetado y las especificaciones de seguridad para los juguetes, respectivamente.
En el evento, también se puso énfasis en las acreditaciones concedidas a organismos de certificación, encargados de verificar la seguridad de productos como andaderas, carriolas, sillas altas y juguetes eléctricos. Estas certificaciones aseguran que los productos sean confiables y cumplan con los estándares de seguridad necesarios para el bienestar de los niños.
Bautista subrayó la importancia de que los consumidores busquen el sello NOM al adquirir productos infantiles, ya que este certifica que cumplen con los estándares establecidos para su comercialización, respaldados por laboratorios y organismos técnicamente competentes y acreditados por la EMA.
El llamado a la acción se extiende a los consumidores, instándolos a adquirir productos en establecimientos debidamente identificados y con garantías, asegurando así el cumplimiento de los requisitos legales y la seguridad de los niños durante el juego.
En términos económicos, la industria del juguete en México tiene un impacto significativo. Según Ricardo Ruiz, secretario de Gobierno de la CDMX, se estima una derrama económica de más de 5 mil millones de pesos por el Día de la Niña y el Niño, evidenciando la relevancia económica y social de esta industria en el país.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), México se posiciona como el tercer productor mundial después de China y Brasil, con ventas anuales que alcanzan los 2 mil 800 millones de dólares.