En medio de la contienda electoral en Cuajimalpa, el candidato de la Alianza Va por la CDMX, Carlos Orvañanos, levantó la voz contra lo que describe como una delincuencia electoral perpetrada por el gobierno de Morena. Denunciando una serie de intimidaciones y agresiones, Orvañanos señala que la demarcación enfrenta una desestabilización social debido a los tentáculos político-electorales de la administración de Sheinbaum.
El candidato afirma que, más allá de los robos de propaganda electoral, el clima de intimidación ha llegado a niveles de agresión física hacia los voluntarios que participan en su campaña y la de otros partidos de oposición. Los equipos de trabajo, compuestos mayormente por jóvenes y profesionales, se ven acosados por lo que él describe como “brigadas negras” durante sus recorridos.
Según Orvañanos, tanto él como otros candidatos han sido víctimas del hostigamiento político por parte de funcionarios de la Alcaldía y del Gobierno de la Ciudad de México, quienes han intentado boicotear sus eventos. Sin embargo, gracias al apoyo de la comunidad, han logrado resistir estos intentos.
El candidato hace un llamado a poner fin a esta situación y respalda las acciones legales que implementen sus colegas candidatos y el anuncio de medidas por parte de Santiago Taboada. Haciendo hincapié en que Cuajimalpa no tiene dueño, Orvañanos insta a un cambio hacia un gobierno de alternancia verdadera, libre de violencia y acoso político.
Finalmente, Orvañanos advierte al gobierno de la Ciudad de México que será responsable de cualquier agresión futura contra sus voluntarios y llama a respetar la legalidad y aceptar la posibilidad de una derrota en las elecciones.