La Secretaría de Cultura y Deporte celebra el 75 aniversario del Museo de Bellas Artes, el más antiguo de la capital mexiquense que guarda historia en su construcción, misticismo en su acervo y arte en cada una de sus salas.
Muchas son las historias que hay en torno a este recinto, sin embargo, para Lourdes Malagón Abín, Directora del Museo, en estas siete décadas importantes artistas han exhibido sus obras, desde los más destacados del país hasta creadores de talla internacional.
Por su construcción, sobresale su gran patio, lugar de convivencia y reflexión que invita a realizar un viaje al pasado para situar a sus visitantes en el siglo XVIII, así como su monumental escalera que logra un ascenso y descenso descansados.
Malagón Abín compartió que el museo se encuentra enclavado en lo que fuera parte del Convento de la Inmaculada Concepción de los Carmelitas Descalzos de Toluca; comenzó su construcción en 1698 y se culmina pasando la primera década del siglo XVIII.
“De los primeros usos que se da es que, en la década de 1960, el Instituto Científico y Literario llega y bueno, tiene una sede importante aquí; de hecho, en su visita Maximiliano de Habsburgo, a la ciudad de Toluca, conoce este espacio y está en él”, añadió.
“Posteriormente se crea, por ejemplo, un hospital para niñas y también tenemos una escuela para niñas y señoritas, esa escuela derivaría pues en la escuela que todos conocemos, la Normal para profesoras y que eso era hasta principios del siglo XX”, refirió.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo declaró monumento histórico en 1940 y cuatro años después, por un convenio entre autoridades gubernamentales, cambia su administración a manos del Gobierno estatal.
“En 1944 ya es administrado por el estado, se hace una importante rehabilitación del inmueble y para el 7 de septiembre de 1945 es que es inaugurado, en parte del claustro, el Museo de Bellas Artes que contenía la Pinacoteca Virreinal y el Museo del Charro, el primero en el mundo”, declaró la especialista.
En cuanto al acervo con el que ha contado el Museo de Bellas Artes, Malagón Abín refirió que llegó a tener en algún momento más de 2 mil piezas, las cuales a lo largo del tiempo fueron enviados a otros recintos formar parte de las grandes colecciones museísticas del Estado de México.