El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en Guanajuato, Manuel Bribiesca, señaló que los incidentes violentos que últimamente ocurrieron en restaurantes y negocios de la rama son excepcionales y dirigidos a personas vinculadas al crimen organizado.
Las declaraciones del empresario surgen luego del más reciente incidente de violencia ocurrido el domingo pasado en el estacionamiento de un restaurante en el norte de la ciudad de León, Guanajuato, en donde un hombre fue asesinado y tres mujeres resultaron heridas.
Aunque estos actos de violencia generaron preocupación entre los dueños de los establecimientos, Bribiesca insistió en que “no fue en sentido estricto dentro del restaurante” y que los restauranteros “no tienen nada que ver con estos hechos”.
“Yo estoy en comunicación con la dueña de Borregos y ella estaba muy preocupada por cómo se dieron los hechos, ya que los hechos se dieron en el estacionamiento de Borregos, se esperaron, las personas que iban a atacar a la persona que falleció y se esperaron a que salieran, entonces no fue en sentido estricto dentro del restaurante, yo invito a las autoridades es a estar al pendiente de estos eventos aislados”, comentó.
De igual manera, el presidente de la CANIRAC lamentó el impacto negativo que este tipo de incidentes tiene en el sector restaurantero, pues inhibe a los clientes potenciales.
“Siempre hay una inhibición cuando hay un evento de este tipo, pero hay que entender primero que no fue dentro del restaurante, que es un evento aislado y que nada tenemos que ver los restauranteros con este tipo de lamentables hechos”, agregó.
Asimismo, Manuel Bribiescal habló sobre la dificultad que tienen los restauranteros para prevenir que las personas inmiscuidas en actividades delictivas frecuenten estos lugares familiares, por lo que hizo un llamado a las autoridades para estar más al tanto de lo que ocurre en estos establecimientos.
Por último, el empresario aseguró que en México existen dos clases de personas, las que viven en paz y trabajan, y aquellos que toman esos riesgos, pero que no representan a la mayoría de los ciudadanos.
“La lectura es que en todos los ataques que se han dado siempre son personas que participan en la delincuencia organizada”, finalizó.