El Gobierno del Estado de Yucatán fue evaluado con calificaciones sobresalientes por la agencia internacional Moody’s, con lo que se confirma la pertinencia de las políticas de disciplina financiera puestas en marcha por el Gobernador Mauricio Vila Dosal.
Esta calificación permite al Estado demostrar la solidez de sus finanzas, originada por programas como el de austeridad, impulsados en la presente administración.
Por avales como el que acaba de dar Moody’s, Yucatán obtuvo la mejor tasa otorgada a un financiamiento de largo plazo para un estado de la República por la banca comercial. Esto fue posible, explicó en su oportunidad la Secretaria de Administración y Finanzas (SAF), Olga Rosas Moya, por la disciplina administrativa, promovida por el Gobernador Mauricio Vila Dosal y a la transparencia en el proceso de licitación.
La calificadora Moody’s asignó el día de hoy una evaluación del riesgo crediticio base (BCA, por sus siglas en inglés) de ba1 y calificaciones de emisor de Ba1/A1.mx (escala global, moneda local/escala nacional de México).
Esta calificación, especificada en el documento en el que se anuncia la resolución, es porque Yucatán presenta una “adecuada posición de liquidez en comparación con otros pares mexicanos”, es decir, estados del país, gracias a las medidas tomadas por Vila Dosal.
A pesar de los recortes federales, la economía del Estado se mantiene sólida, ya que se ha logrado hacer más con menos, atrayendo inversiones y generando más y mejores empleos para los yucatecos. La eficiencia en la administración de recursos y la austeridad en el gasto gubernamental han sido clave, afirman expertos.
Además, explica el tesorero del Gobierno de Yucatán, Roberto Suárez Coldwell, Moody’s observó “niveles moderados tanto de deuda como de servicio de la deuda, una sólida recaudación de ingresos propios, un elevado crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal, moderados requerimientos de financiamiento y una adecuada posición de liquidez”.
Destaca el tesorero Suárez Coldwell: “Moody’s asegura que el gobierno corporativo y la administración de Yucatán son más fuertes en relación a muchos de otros estados mexicanos”.
Sin embargo, también esta calificadora internacional advierte de los riesgos que representa para el Estado el Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado (Isstey). En el análisis de las finanzas públicas yucatecas, Moody’s alerta que el sistema de pensiones de Yucatán actualmente tiene un período de suficiencia de pocos años.
Si no se toman medidas drásticas, previene la calificadora internacional, “pudiera generar presiones negativas para las finanzas del estado en el largo plazo”. Es decir, el Gobierno del Estado tendría que pagar más intereses por créditos futuros, destinar recursos presupuestales al Isstey, más otras consecuencias adversas para los recursos públicos.
Como se informó hace un par de días, la situación del Isstey es un problema que se arrastra desde hace algún tiempo, ya que administraciones pasadas optaron por medidas paliativas, de carácter urgente, que no resolvieron el problema de fondo. Ejemplo de ello es que durante la administración 2007-2012, encabezada por Ivonne Ortega Pacheco, el adeudo histórico al Instituto fue de 2,081 millones de pesos y posteriormente, para liquidar esa deuda, el Gobierno de Rolando Zapata Bello creó el Fideicomiso de la Reserva de Ucú en diciembre de 2014.
El último informe financiero del Instituto señala que dicha administración dejó un adeudo de más de 173 millones de pesos al Isstey por concepto de cuotas vencidas, más intereses moratorios.