Por Alfredo Huerta Chabolla
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Una vez autorizados los ingresos a Estados y Municipios que se conforman con los diferentes ramos, se debe revisar la parte de los Egresos.
Sabemos que las actuales participaciones se reciben con recursos limitados a lo que debemos sumarle, que la mayoría de los Municipios sufren de las consecuencias de aquellos compromisos de campaña que los presidentes hacen antes de ganar las elecciones. Por ejemplo, sucede que un grupo de personas condicionan el voto haciendo que el presidente garantice puestos de trabajo, diversos tipos de obra que muchas veces son improductivas o inviables, o bien, la preferencia para que una persona o empresa, se convierta en proveedor exclusivo del Municipio.
El Municipio ya trae consigo arrastrando sus propios problemas. Uno que es muy frecuente aunque no es muy mencionado, es la falta de planeación y visión de mayor plazo. Los Municipios, año con año crecen y tienen una mayor población que demanda más servicios, seguridad, basura, luz, calles, centros deportivos, etc. Sin embargo, el municipio no actualiza e incrementa en la misma velocidad sus ingresos, es decir, primero sufre de un crecimiento en la necesidad del gasto y el ingreso se queda rezagado. Si a esto le sumamos que cada vez que llega un nuevo presidente municipal, se deben cumplir los compromisos de campaña, se enfrentan a problemas como el incremento en la plantilla de empleados con una falta de experiencia en la mayor parte de las veces.
Del 100 % de participaciones del ramo 28 por ejemplo, los Municipios gastan el 70% aprox. en el pago de nómina y con el 30% restante, tienen que repartirlo entre el DIF, el Instituto del Deporte, en algunos casos al Organismo operador del Agua y otros gastos corrientes que se necesiten, como combustibles, papelerías, talleres, obras por administración, etc. Los ingresos propios por recaudación del predial y algunos permisos, muchas veces no son suficientes para completar los ingresos.
Es por ello, que las tesorerías buscan fuentes alternas de financiamiento. Hay algunos Fondos Federales que ayudan a cubrir ciertos gastos como, por ejemplo, el FORTAMUN, que ayuda a cubrir nómina de seguridad pública, pago de algunas cuotas, entre otros; en cuanto a las obras, es otra historia, los programas que se pueden destinar están etiquetados a través de un catálogo de obras exclusivas para poder utilizar los recursos.
Pero qué pasa si en el compromiso de campaña, el candidato o actual presidente nunca concilió lo que se puede hacer con lo que no se puede hacer haciendo una evaluación costo beneficio económico y social, esto trae como consecuencia que para no tener problemas con la gente a la que hizo promesas, tendrá que hacerla con los recursos propios, sea a través del Ramo 28 o ingresos recaudados por ellos, o en algunos casos, ajustan la obra de tal manera que se acerque a los lineamientos de las reglas de operación de algún fondo.
Al final, el Municipio no vive únicamente de los recursos propios y/o federales, requiere de alternativas de financiamiento, pero sobre todo, requiere de gente de experiencia en puestos claves que permita cumplir a su sociedad sus compromisos.