Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México A.C. (AIEJA), señaló que derivado del impacto de la pandemia por Covid-19, el 2020 fue uno de los peores años para la industria de los casinos, pues de representar un mercado de 25 mil millones de pesos, se redujo a 10 mil millones de pesos anuales.
De acuerdo con este organismo, de las 384 salas que estaban abiertas en marzo del año pasado, aunado a que tuvieron que cerrar durante tres meses por la emergencia sanitaria, ahorita hay alrededor de 370 abiertas.
Ante ello, Ochoa Sánchez puntualizó que el sector de los casinos en México prevé recuperarse en su totalidad de las afectaciones que trajo consigo la crisis por Covid-19 hasta febrero de 2022.
Y es que hoy día, 28 de 29 estados (excepto Baja California Sur) que tienen casinos, han autorizado la reapertura de establecimientos afiliados a la AIEJA, permitiéndoles operar con hasta 75% de aforo, sin embargo, la media de aforo en el país es de 46 por ciento.
“Todavía mucha gente no va a los casinos, a pesar de que puede hacerlo, todavía tiene miedo, la gente se está acercando poco a poco. Por ejemplo, un casino que tenga un aforo de 75%, no quiere decir que siempre esté así, a lo mejor hay momentos del día en los que sí, pero en promedio pueden andar por debajo del 50%”, detalló el presidente de la AIEJA.
En el tema fiscal, el Covid-19 se traducirá en grandes pérdidas para el gobierno federal y los estados, ya que en 2019, previo a la pandemia, el sector de casinos, juegos y sorteos, pagó 5 mil millones de pesos al gobierno federal y 2 mil millones a las entidades federativas, montos que caerían significativamente, tomando en cuenta la reducción de 60% que tuvo la industria.
“Hemos sido de las industrias más castigadas, los primeros en cerrar, los últimos en abrir. Cuando si la pandemia aumenta, no tiene que ver con que los casinos estén abiertos. Cerrar los casinos no es arreglar la pandemia, en cambio, abrir los casinos es ayudar a la reactivación de la economía, impulsar el empleo, mejorar las inversiones y recibir más impuestos”, explicó.
“Por ejemplo, Baja California es de los estados que tiene peor control de la pandemia y en ese periodo los casinos no han estado abiertos, por tanto no somos culpables”, argumentó Ochoa Sánchez, ya que en esa entidad permanecen cerrados seis casinos, sin que a la fecha se tenga noticia de su apertura por parte del gobierno del estado.