A pesar del éxito que tuvo en el sexenio pasado para atenuar los efectos de la sequía en el campo nacional, principalmente en los estados productores del norte e, incluso, ayudar a combatir incendios, ni el Gobierno federal ni los gobiernos de los estados planean, hasta el momento, recurrir a la estimulación de nubes para propiciar lluvias.
Se trata de una tecnología nacional puesta en marcha por la empresa Startup Renaissance que, a través de la inyección de núcleos de condensación a partir de yoduro de plata, propicia que las nubes generen precipitación. En 2021 inició operaciones de estimulación de lluvias con el auspicio de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Comisión Nacional de las Zonas Áridas y con la participación de aviones de la Fuerza Aérea Mexicana de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Desde ese año y hasta 2024 la estimulación de lluvias permitió llenar presas y abrevaderos, además de generar humedad en los suelos y disminuir así los efectos de la sequía en el sector primario, además de combatir incendios.
Así, con estos antecedentes, resulta preocupante que a pesar de buscarlos, no se hayan dado acercamientos ni con el gobierno federal ni con estatales para enfrentar una sequía que se avizora para la próxima temporada de lluvias 2025 muy preocupante particularmente para los Estados del Noroeste, Baja California, Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango y Coahuila, donde las presas de almacenamiento se encuentran en niveles críticos por debajo del 10% y con el desgastante compromiso de volver a pagar importantes volúmenes de agua a los Estados Unidos donde no hay activos del líquido para suministrarlos y una próxima temporada muy crítica que hace pesimista ese cumplimiento.
Más preocupante es aún el hecho de que esta no sería la primera vez que se aplica el proyecto en estos Estados de las zonas áridas y semi áridas, sino que se ha hecho repetidas veces con incrementos comprobados de entre 40 y 100% de lluvia excedente por sobre la esperada (casi el doble) en Entidades como Sonora, donde se ha ejecutado el proyecto los años del 2021 al 2024; Sinaloa del 2021 al 2023; Chihuahua del 2021 al 2023, por solo citar los más afectados por el cambio climático.
La estimulación de lluvias es una actividad muy controversial aún hoy en día en virtud de que como tecnología a nivel mundial sus resultados habían sido relativamente inciertos y fundamentalmente por la dificultad de acreditar que los incrementos en el volumen de lluvia precipitado ha sido relativamente difícil de evaluar.
En México se han hecho esfuerzos aislados prácticamente aplicando todas las técnicas mundiales de estimulación de lluvias como lo son las antenas ionizantes, la aplicación de sales de sodio y potasio y fundamentalmente la aplicación de núcleos de condensación a través de moléculas de yoduro de plata aunque en su versión “mundial” a través de bengalas o quemadores; técnicas estas que pocos resultados generaron y no contribuyeron a crear una confianza en esta actividad.
Sin embargo y de manera paralela en México se inició el desarrollo de una tecnología alterna que si bien se basa en el principio de la inyección de núcleos de condensación a partir de yoduro de plata, incorpora una innovación en su reactivo para aplicar esas moléculas a través de un vehículo fluido y con tratamiento especial para hacer que se genere una reacción con las moléculas de agua en las nubes aún en las condiciones más precarias de temperatura ambiental, generando positivamente una reacción desencadenante de lluvia así detonada: Bajo estas circunstancias se desarrolla una tecnología mexicana original, única y con una eficiencia no vista con ningún otro sistema de estimulación de lluvias en ninguna parte del mundo.
La Empresa Startup Renaissance, desarrolladora del reactivo y sistema operativo de la tecnología mexicana inició operaciones de estimulación de lluvias el año 2021 con el auspicio de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural SADER, la Comisión Nacional de las Zonas Áridas CONAZA y la participación de aviones de la Fuerza Aérea Mexicana de la Secretaría de la Defensa Nacional SEDENA, con el objeto de mitigar los efectos de la sequía particularmente en las zonas más áridas del territorio nacional, objetivo que se logró con creces hasta el año 2024 en que se fue disminuyendo el apoyo federal para dar apertura a la participación de algunos gobiernos estatales que tomaron su lugar financiando el proyecto completo como los de Sonora y Michoacán, o aquellos donde solo financiaron la aportación del avión como los gobiernos de Aguascalientes, Baja California, San Luis Potosí y Sinaloa.
Desde entonces y hasta la fecha la empresa ha realizado 30 proyectos de estimulación de lluvias, realizado más de 630 vuelos de estimulación, todos exitosos generadores de lluvia y beneficiado en total cerca de 60 millones de hectáreas de 13 estados de la República Mexicana y en dos países de Sud américa cada vez con más objetivos específicos que el inicial de mitigar la sequía y que ahora incluyen el llenado de presas y embalses, generación de energía eléctrica, suministro de agua potable y cuando las condiciones de algún incendio coincide con la presencia de algún macizo de nubes, en la sofocación de incendios.
Entre los logros más notables obtenidos a la fecha por la empresa se encuentran la sofocación del mega incendió de Nuevo León y Coahuila el 31 de marzo del 2021; el suministro de agua potable a la Ciudad de Monterrey el año 2022, el más seco de los últimos 60 años en la región; ese mismo 2022 la gran contribución de escurrimientos a la Presa de la Boquilla del Sistema del Rio Conchos, con lo que en el año 2023 fue posible cumplir con la cuota de agua a los Estados Unidos bajo el Tratado de Aguas Internacionales vigente con ese país y el rescate de la producción cañera de 5 Ingenios Azucareros de la Región Huasteca de los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz en 2024.