Miles de pobladores del municipio de Uruapan, Michoacán, marcharon esta mañana para exigir justicia por el asesinato del alcalde Carlos Muñoz. Ha transcurrido casi una semana y los ánimos no se apaciguan.
Negocios, estaciones de servicio, transportistas y comerciantes acordaron suspender operaciones como símbolo de luto y exigencia de justicia.
“Por Grecia, por Plutarco, por Emiliano, por mis hijos, por los tuyos, por Uruapan, por México”, dice una de las cartulinas. “México, escucha, esta es tu lucha”, lanzó un sector de la manifestación en el trayecto.
“La pérdida de Carlos fue el detonante de un dolor compartido, pero esta movilización es por toda la inseguridad sufrida y por la necesidad de vivir en paz”, dice la convocatoria. ”Él no murió, el gobierno lo mató”, coreaban con insistencia para repudiar la inacción gubernamental que para los habitantes de esta ciudad fue clave del asesinato.
Hay enojo generalizado como lo expresan las consignas que corearon en una gran marcha por las calles de la ciudad hasta el centro de Uruapan, a unos metros de donde fue asesinado Carlos Manzo.
Los gritos de repudio alcanzaron al gobernador Ramírez Bedolla, de quien exigen su renuncia, y a la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien la gente no cesa de reprocharle el abandono a Manzo cuando él, aseguran, casi le imploró ayuda para pacificar la región. “¡Queremos paz!, gritaban a lo largo de la marcha que abarcó un extenso recorrido. “Parece que vino todo el pueblo”, jura una señora.











