Alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM y la académica Belem Bolaños, llamaron a la sociedad a no confundir la libertad de expresión, con la libertad de agresión y saber distinguir cuando se trata de un discurso de odio, ya que significa un ataque a la inclusión, la diversidad y los derechos humanos.
La especialista aclaró que las expresiones vulgares, chocantes, ofensivas o puntos de vista disidentes que se encuentran comúnmente en las redes sociales, no representan un discurso de odio
“Solo son manifestaciones protegidas por el derecho a la libertad de expresión, pues el discurso de odio, como cualquier forma de violencia, es anterior a la web, porque la internet no solo es una tecnología, sino una producción cultural”, anotó.
En ese sentido, Belem Bolaños explicó que el discurso de odio se distingue al ser cualquier forma de comunicación con posibilidades reales de que las amenazas o la violencia, se materialicen.
Por ello, es importante que la población distinga entre las simples formas de expresión, de aquellas que son excluyentes, discriminatorias e incitan a la violencia, con base en el contexto, el ambiente social, político, económico, quién lo dice, su alcance y las posibilidades reales de perjudicar a otras personas.
Sobre todo, abundó, de perjudicar o causar daño a las personas más vulnerables, marginadas o que han sido históricamente oprimidas por sus características o identidades, como las personas indígenas, con capacidades diferentes, migrantes, o las mujeres.
La académica alertó que el discurso de odio provoca daño, no solo a nivel personal, sino que constituye un ataque a la inclusión, la diversidad y los derechos humanos.
“Los derechos deben ser exigibles y justiciables y en internet no confundas libertad de expresión con libertad de agresión”, subrayó.