Con el objetivo de reducir riesgos en los hogares y fomentar una cultura de paz, autoridades del Gobierno Federal y del estado de Baja California invitaron a la ciudadanía a entregar voluntariamente armas de fuego, cartuchos y explosivos, a cambio de una compensación económica. Esta acción forma parte del programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz”.
La subsecretaria de Construcción de Paz, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Rocío Bárcena Molina, y la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, aclararon que no se realiza ningún tipo de investigación sobre la procedencia de los objetos entregados. Además, aseguraron que el proceso se lleva a cabo con absoluto anonimato y sin repercusiones legales.
También se hizo un llamado especial a las infancias, al invitar a niñas y niños a sustituir sus juguetes con temática bélica por otros de carácter educativo o didáctico, como parte del mismo esfuerzo por promover ambientes seguros y constructivos.
El canje se llevaría a cabo hasta el 2 de mayo en el atrio de la antigua catedral de Tijuana. El horario establecido para la recepción de armas y juguetes es de 10:00 a 15:00 horas.
La subsecretaria Bárcena hizo énfasis en la importancia de que las familias se involucren en esta campaña, en la que colaboran diversas instituciones federales como la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Marina.
Por otro lado, Rocío Bárcena Molina, junto con Clara Luz Flores Carrales, titular de la Unidad de Asuntos Religiosos, Prevención y Reconstrucción del Tejido Social de la Secretaría de Gobernación, sostuvieron una reunión con la Arquidiócesis y el Arzobispado de Tijuana. En representación de la Secretaría de Gobernación, reafirmaron su compromiso de facilitar y dar seguimiento a las gestiones que enfrenten dichas instancias con el Gobierno Federal.
Finalmente, ambas funcionarias también dialogaron con líderes de distintas denominaciones religiosas, al incluir pastores y representantes de asociaciones evangélicas, a quienes ofrecieron respaldo institucional para concretar el registro formal de sus organizaciones como asociaciones religiosas.