Doña Raquel, abuelita de Carlos Manzo, presidente de Uruapan, Michoacán, asesinado el pasado 1 de noviembre, fue una de las figuras que encabezaron la marcha contra la violencia este sábado, convocada originalmente por la Generación Z.
Lo común también fue la ropa blanca, las banderas de México y la negra con calavera de la Generación Z. También la imagen de Carlos Manzo.
Lo diverso, lo exagerado fue la rabia: “¡Presirvienta! ¡Presirvienta!”, gritaban algunos contingentes. “¡Fuera el narcogobierno!”, ¡Revocación a la chacha de Obrador!, decían. “Fuera el comunismo! ¡Viva Cristo Rey!”.
La marcha arrancó en el Ángel de la Independencia con jóvenes y personas de otras edades que exigían cambios profundos y manifestaban su hartazgo frente a la violencia y la corrupción en el país.
Al llegar al Zócalo capitalino y encontrarse con las vallas metálicas instaladas para proteger el acceso al Palacio Nacional, un grupo de encapuchados con cubrebocas y sin dejar ver nada de sus rostros, subieron a estas y trataron de brincarse.
“¡Y retiemble en sus centros la tierra al sonoro rugir del cañón!..”, cantó la mayoría de los asistentes al Zócalo, mientras se registraba un enfrentamiento en la esquina hacia la Suprema Corte de Justicia, por parte de policías y miembros del llamado bloque negro.
En redes sociales señalaron que quienes hicieron esto solo fueron algunos participantes, incluso que habían sido personas infiltradas.
Durante el intento por derribar las barreras metálicas en el Zócalo, algunos grupos usaron cizallas, rompieron adoquines y lanzaron pedradas contra las estructuras. Se vieron incluso marros y herramientas pesads para abrirse paso por la fuerza.
Del otro lado de las vallas se encontraban agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, quienes, pese a las agresiones, no rompieron el cerco.
También se reportaron petardos lanzados desde cerca del cerco metálico, lo que aumentó la confusión y generó caos. A pesar de estos hechos, otros jóvenes del contingente llamaban a mantener la protesta en tono pacífico, rechazando que se asocien todos con la violencia, además de no desprestigiar la causa.
Además de la CDMX, la manifestación se llevó a cabo en el estado de Michoacán, en las ciudades de Morelia, Zacapu, La Piedad, Zamora y Uruapan.
La convocatoria sumó al menos a otros 24 estados como:
- Aguascalientes
- Baja California
- Chihuahua
- Chiapas
- Coahuila
- Durango
- Estado de México
- Guanajuato
- Guerrero
- Hidalgo
- Jalisco
- Morelos
- Nuevo León
- Oaxaca
- Puebla
- Querétaro
- Quintana Roo
- Sinaloa
- Sonora
- Tabasco
- Tamaulipas
- Veracruz
- Zacatecas.
Las exigencias incluyen justicia por el asesinato del alcalde Carlos Manzo en Uruapan, así como demandas más amplias: seguridad, justicia, rendición de cuentas, y también rechazo al partido en el poder.












