Derivado de una serie de publicaciones en distintos medios, relacionada con la muerte de un puma causada por la caza furtiva en localidades de Yucatán, la Profepa inició con una investigación para identificar a los responsables de este suceso.
Pobladores de los municipios de Tixkokob y Cacalchén en esa entidad denunciaron en redes sociales la caza de pumas desde el 22 de abril.
En respuesta, inspectores de la Profepa acudieron al establecimiento señalado en los medios.
En el sitio, el inspeccionado señaló que otra persona fue quien entregó un ejemplar del felino muerto que fue hallado en un monte de la localidad de las Ruinas de Ake, en Tixkokob.
Para continuar con la investigación, el personal de la Procuraduría se trasladó a otro predio en las Ruinas de Aké.
Al identificar a la persona referida, ésta aseguró haber encontrado al ejemplar con impactos de arma de fuego en la misma localidad, por lo que varias personas comenzaron a tomarse fotos con el cadáver del felino.
La Profepa identificó y acudió al lugar donde se ubicaba el ejemplar muerto, encontrándolo dentro de una bolsa de rafia blanca.
Se trata de un ejemplar de puma hembra, sin cabeza, ni patas delanteras y traseras, y sin parte de la piel, por lo que se procedió a cubrirlo con tierra para que prosiguiera el estado de descomposición del ejemplar.
Se le dio destino final en el tramo carretero Tixkokob- San Antonio Millet, en el mismo municipio.
La Profepa inició el procedimiento administrativo correspondiente para darle continuidad a esta investigación.
El puma se encuentra enlistado en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre sobre las que se cierne el mayor grado de peligro.
Con información y fotografía de la Profepa.