Entre 2019 y el primer semestre de 2024, Petróleos Mexicanos (PEMEX) logró reducir su deuda en un 25%, lo que representa una disminución de 33 mil millones de dólares. El director general de PEMEX, Octavio Romero Oropeza, afirmó que esta reducción “establece una plataforma sólida para el próximo sexenio, asegurando la consolidación de lo alcanzado y permitiendo enfrentar nuevos desafíos”.
Al inicio del sexenio, la deuda de PEMEX ascendía a 132.3 mil millones de dólares. Romero Oropeza informó que esta cifra se redujo a 99.4 mil millones de dólares, subrayando que “hoy Pemex debe menos y vale más gracias al rescate de sus activos”.
Respondió a las críticas que describen a la paraestatal como una empresa quebrada y muy endeudada, explicando que desde el comienzo de la administración se implementó una estrategia integral para “rescatarla” de su crisis operativa y sentar las bases para su crecimiento futuro.
Durante este sexenio, se ha trabajado en reducir la carga fiscal que presionaba a la empresa y en realizar transferencias de fondos para disminuir su deuda e incrementar su infraestructura. Una de las primeras acciones fue la reducción del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) del 65% al 30%.
El apoyo del Gobierno Federal fueron por poco más de un billón de pesos, sin embargo, la empresa aportó a las arcas federales 4 billones 142 mil millones de pesos, por lo que la contribución neta de PEMEX es de 3 billones 128 mil millones de pesos”.
De los fondos recibidos, 624 mil millones de pesos se destinaron a amortizar la deuda, mientras que 390 mil millones se utilizaron para la construcción de la Refinería Olmeca, la adquisición de la Refinería Deer Park y la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación. Además, se recuperaron plantas de fertilizantes y se adquirió una planta de hidrógeno en la Refinería Madero.
Finalmente, Romero Oropeza rechazó la idea de que PEMEX sea un barril sin fondo.