El 13 de abril, Día Internacional del Beso, es una oportunidad para convertir la cocina en un espacio de seducción. Para el chef Jorge Carlos Fernández Francés, la clave de una cena especial radica en los ingredientes afrodisíacos, capaces de despertar los sentidos y fortalecer la conexión emocional entre las parejas.
“Una comida bien pensada puede ser tan poderosa como un poema”, asegura Fernández Francés. Ingredientes como el chocolate amargo, el jengibre, el chile y los mariscos poseen propiedades estimulantes que activan el sistema nervioso y elevan la temperatura corporal, convirtiéndolos en aliados perfectos para una velada inolvidable.
Como entrada, el chef recomienda una combinación sencilla pero efectiva: tostadas de aguacate con chile seco, ralladura de limón y miel. La mezcla de sabores prepara el paladar para los platillos principales.
Entre las opciones más seductoras están los ostiones frescos con vinagreta de maracuyá y jengibre. “El maracuyá es una fruta vibrante, ácida y dulce al mismo tiempo. Combina perfecto con el carácter salino de los ostiones”, explica Fernández Francés, resaltando la armonía de sabores.
Para el plato fuerte, sugiere una pasta con salsa cremosa de ajo, camarones y chile de árbol. Aunque el ajo suele generar dudas en cenas románticas, el chef lo defiende: “Todo está en el balance. Un ajo bien tratado puede ser seductor”.
El cierre perfecto lo ofrece un postre con propiedades afrodisíacas indiscutibles: mousse de chocolate oscuro con canela y pétalos de rosa comestibles. “El chocolate es el rey de los afrodisíacos, pero cuando se mezcla con canela y rosas, se convierte en un poema comestible”, señala el chef.
Además de los platillos, la atmósfera es clave. Iluminación tenue, música envolvente y una mesa bien presentada complementan la experiencia. “La presentación importa tanto como el sabor. El amor entra por los ojos… y por el estómago”, enfatiza Fernández Francés.
Este Día del Beso, la gastronomía se convierte en el mejor aliado del romance. Con las recetas del chef Jorge Carlos Fernández Francés, cualquier cena puede transformarse en una experiencia sensorial única.