El Parque Nacional de Virunga, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), enfrenta un nuevo desafío sanitario tras la muerte de al menos cincuenta hipopótamos a causa de un brote de ántrax. El caso ha encendido las alertas por su potencial de propagación a otras especies y a seres humanos.
Emmanuel de Merode, uno de los directores del parque, detalló a la agencia AFP que los animales fueron hallados sin vida en un río al sur del lago Edward, en la región fronteriza con Uganda. Las pruebas identificaron la presencia del Bacillus anthracis, bacteria responsable del carbunco bacteridiano.
La persistencia del ántrax en el medio ambiente es particularmente peligrosa, ya que puede mantenerse activo en el suelo durante décadas. En África, la amenaza se agudiza durante la estación seca, cuando los animales silvestres se congregan alrededor de fuentes de agua contaminadas, lo que aumenta las probabilidades de contagio.
Para mitigar el riesgo de contagio, el Instituto Congoleño para la Conservación de la Naturaleza (ICCN), con sede en Kivu Norte, emitió una recomendación urgente: no consumir carne silvestre. Esto responde a que la enfermedad puede afectar tanto a animales como a personas y ganado doméstico.
El ICCN también instó a redoblar los esfuerzos de vigilancia sanitaria y advirtió sobre el peligro de tocar o manipular animales muertos o restos potencialmente contaminados. Subrayó que la colaboración comunitaria es esencial para frenar la propagación del brote.