La Sociedad Financiera Popular Finsus obtuvo una mejora en su calificación crediticia por parte de HR Ratings, que ajustó sus notas a HR BBB para largo plazo y HR3 para corto plazo. La evaluación reflejó la estabilidad operativa, la solidez patrimonial y la consolidación de un modelo de negocio completamente digital.
En su dictamen, HR Ratings reconoció el crecimiento sostenido en captación, una cartera con baja morosidad y un control de riesgos eficaz. De acuerdo con el reporte, la Sofipo alcanzó una captación superior a los 13,500 millones de pesos durante el primer trimestre de 2025. El índice de cartera vencida se ubicó por debajo del 2 por ciento, uno de los niveles más bajos dentro del sistema financiero popular. Las aportaciones de capital ascendieron a más de 1,220 millones de pesos, dirigidas al fortalecimiento patrimonial.
El informe también subrayó mejoras en la estructura organizacional de Finsus. Sus procesos normativos y operativos obtuvieron una calificación de nivel “Superior”, tras la implementación de un nuevo esquema de gobierno corporativo y una auditoría interna más rigurosa. Estas acciones han priorizado el cumplimiento regulatorio y la gestión del riesgo.
Actualmente, la institución mantiene una base de más de 450 mil ahorradores activos. Su modelo digital permite ofrecer servicios financieros sin intermediarios, directamente desde una plataforma tecnológica propia.
Carlos Marmolejo, director general, y Norman Hagemeister, presidente del Consejo de Administración, encabezan la estrategia que busca convertir a Finsus en banco para 2026. El plan contempla la inclusión de nuevas funcionalidades como la portabilidad de nómina y una cobertura ampliada de seguros de depósitos.
Respecto al alza en sus calificaciones, Marmolejo sostuvo que el avance se debe al trabajo coordinado para contar con la estructura, madurez y solidez regulatoria necesarias para crecer con control en un panorama financiero cada vez más exigente. El directivo aseguró que el proceso de transición hacia una licencia bancaria ya se encuentra en curso, con operaciones sujetas a la supervisión de la CNBV y del Fondo de Protección de Sociedades Financieras Populares.
Las proyecciones también apuntan a utilidades netas positivas para este año. Se estima un ROA promedio de 1.9% y un resultado neto de 323 millones de pesos, impulsado por mayores ingresos operativos y una política de gasto más eficiente.