Especialistas en salud y regulación alimentaria solicitaron a legisladores que el nuevo impuesto propuesto a bebidas con edulcorantes bajos o sin calorías se evalúe con base en evidencia científica y no solo desde criterios políticos o recaudatorios.
El doctor Hugo Laviada, endocrinólogo e investigador en metabolismo y obesidad, destacó: “Los edulcorantes no calóricos aprobados por organismos internacionales como la FAO, la OMS o la FDA han sido objeto de múltiples estudios, y hasta ahora no existe evidencia concluyente que los vincule con alteraciones metabólicas significativas en humanos. Por el contrario, su uso controlado puede contribuir a la reducción del consumo de azúcares simples en poblaciones con sobrepeso o riesgo de diabetes”.
En el encuentro participaron Ana Marcela Rodríguez, directora de Temas Científicos y Regulatorios de la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de Alimentos y Bebidas (ALAIAB) y Laura Miranda, coordinadora regional para América Latina de la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA). Coincidieron en que las políticas públicas deben fomentar la innovación en alimentos y bebidas con menos calorías en lugar de penalizarla con gravámenes.
Los expertos advirtieron que un impuesto a estas bebidas podría enviar un mensaje equivocado al consumidor, al equipararlas con productos que contienen azúcar añadida, aunque su función metabólica y su impacto calórico son distintos.
Rodríguez afirmó: “México enfrenta un reto enorme en obesidad y diabetes, pero las soluciones deben ser integrales y basadas en ciencia, no en percepciones. Gravar los edulcorantes no resolverá el problema de fondo”, y propuso impulsar estrategias de educación nutricional y etiquetado claro.
Laura Miranda subrayó que la discusión fiscal no puede separarse del conocimiento científico. “Si realmente queremos construir políticas públicas efectivas, los legisladores deben basarse en la evidencia y no en suposiciones. Las decisiones en materia de salud y nutrición deben responder a datos verificables, no a presiones políticas o ideológicas”, advirtió.
El debate tuvo lugar en el contexto de la discusión del paquete fiscal 2026, que podría incluir ajustes a bebidas con sustitutos de azúcar. Los especialistas insistieron en que cualquier medida requiere análisis técnico y diálogo entre autoridades sanitarias, industria y comunidad académica.