En Reforma, Roger Bartra y Jorge Alcocer V., a un día que termine el tiempo provisto para las campañas electorales del próximo 5 de junio, esbozan una detallada radiografía sobre el pulso de los 12 estados que disputan gubernaturas. «Las próximas elecciones —afirma Bartra— pondrán a prueba el poder tradicional del autoritarismo priista en regiones que ha controlado con firmeza por decenios». No obstante, admite, ésta ha sido una contienda de más lodo que de ideas. Por otro lado, en una columna titulada «Cosas en común», Alcocer disecciona estos mismos estados en grupos con similares atributos políticos. Por ejemplo, les dejo uno: «¿Qué tienen en común Durango, Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz? Que un mismo partido (con diferentes nombres) los ha gobernado desde 1929».
Héctor De Mauleón (El Universal) narra la crónica oficial que hasta ahora se ha articulado en torno al secuestro y rescate del futbolista mexicano Alan Pulido. El tiempo transcurrido, el lugar presuntamente controlado por Los Zetas, la distracción de los secuestradores y el casi suspicaz despliegue físico del futbolista —mismo que mandó al hospital a un secuestrador—, nos han hecho desacreditar los hechos expuestos por la policía de Tamaulipas. Falta que sea el propio Alan Pulido quien cuente detalladamente la historia, concluye De Mauleón.
Guillermo Osorno (Máspormás), en una invitación cultural, exhorta a que visitemos la reciente intervención de APRDELESP —por «Apropiación del espacio», supone— en el Museo Experimental El Eco, ubicado en el Centro de la Ciudad de México y diseñado con el propósito de congregar, tanto arte contemporáneo interdisciplinario, como el trabajo relacionado con Mathias Goeritz —creador del museo. En ésta, la intervención arquitectónica, el espacio fue adaptado en un parque. La sala principal, por ejemplo, se convirtió en una cancha de basquetbol; el patio, en un jardín: cubierto de tierra y pasto, se colocaron alrededor un asador, sillas, mesas de plástico y una piscina inflable. ¿El resultado? «Una forma de gestionar comunitariamente nuestra convivencia». El experimento —haciendo alusión al nombre del museo— evoca la máxima de Tom Marioni: «The act of drinking beer with friends is the highest form of art» (1970).