El periodismo mexicano giró, particularmente, en torno a los lamentables hechos de Orlando. Títulos por doquier hacen alusión a la mortal intolerancia suscitada en el Pulse — la discoteca gay— el pasado domingo 12 de junio. «Matar al diferente», Editorial de El Universal; «Dogma intolerante», Sergio Sarmiento (Reforma); «Orlando, México y el odio», Yuriria Sierra (Excélsior); «La homofobia mata», Katia D’Artigues (El Universal); «Matar gays», Genaro Lozano (Reforma), y «Orlando y las elecciones», Ana Paula Ordorica (Excélsior), son sólo algunas de ellas.
En Milenio, Carlos Marín y Carlos Puig escriben sobre la situación endeble en la que se encuentra el SNTE. El primero enumera los delitos que «achacan» al secretario general de la Sección 22, Rubén Núñez, y vincula la detención con la intervención de Eruviel Ávila el día de ayer:«si, como dijo el gobernador de EDOMEX, “el que la hace la paga”, […] no parece que el gobierno de Peña termine reculando»; por otro lado, Puig se plantea preguntas bastante legítimas: «¿Cómo no pensar que hubo manipulación política?, ¿qué se negoció, con esas órdenes [de aprehensión] en la mano, frente a las movilizaciones de la 22?
Raymundo Riva Palacio (El Financiero) titula su columna «Merecido voto de castigo». «Ante el país —espeta—, Peña Nieto está en una posición de lame duck». Es un presidente que se ha quedado sin poder. El mecanismo publicitario que en su momento lo colocó como mejor opción para la silla presidencial, se ha agotado. Apoyándose en Trotsky, trata de explicar la alianza PAN-PRD: «los polos tienden a acercarse cuando se dan “tendencias espontáneas al desborde”». La Iglesia, aliada del PAN y la IP tiene, ciertamente, casaca política. Joaquín López Dóriga (Milenio) tilda la comparecencia de Norberto Rivera, en nombre de toda la Arquidiócesis de México, como la más dura ofensiva en años contra el PRI y contra el gobierno al atribuir la derrota electoral a la iniciativa de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Oportunismo político? Quién sabe. Salvador García Soto (El Universal) también tiene una postura: la tituló «La rebelión de las sotanas».
El Financiero adapta un discurso de graduación que profirió Paul Krugman el 21 de mayo de 2016 en Bard College, Massachusetts. El nobel de Economía compara su época de estudiante con nuestros días. ¿Enumera muchos cambios? Sí. ¿Las cosas han mejorado, o empeorado? Las dos. «Sin embargo, mucho de lo que está motivando la vileza sin lugar a dudas es la sensación que tiene alguna gente de que el monopolio tradicional del hombre blanco sobre el poder y estatus está bajo amenaza». ¿Y saben qué?, responde. Tienen razón.
Para concluir, un día como hoy —pero de 1938— el mundo conoció a Superman.