Después de la Convención Demócrata y la determinación irrevocable de ambos candidatos a la presidencia estadounidense, la opinión escribe al respecto. Cuatro columnas —tres políticas y una económica— abordan el tema. Sergio Sarmiento (Reforma) comienza con la faceta económica de EEUU. Resulta que nuestro vecino del norte está creciendo menos de lo previsto. Aunque el desempleo (4.9%), en comparación con la zona del euro (10.1%), no es realmente el problema, la inversión ha dejado de llegar y, peor aún, ha comenzado a huir. Cuestión que repetidamente habíamos escuchado, pues tanto «Donald Trump como Hillary Clinton han tratado de convencer a los votantes estadounidenses que este escaso crecimiento es culpa del comercio internacional», el periodista desacredita esta postura y tilda concluyentemente a la falta de inversión privada. Cecilia Soto (Excélsior), por otro lado, acentúa la importancia histórica de la candidatura de Hillary Clinton: «Noventa y siete años después de que las mujeres estadounidenses obtuvieron el derecho a votar y ser votadas, una mujer, Hillary Clinton, fue nominada candidata a la Presidencia de los Estados Unidos por uno de los dos grandes partidos que tradicionalmente se disputan el Poder Ejecutivo». Es una gran victoria para las mujeres, tanto en EEUU como en el mundo, y para los hombres que defienden la igualdad. Por otro lado, otra mujer, Valeria Luiselli (El País) recuerda a un personaje de suma importancia: Bernie Sanders. Aunque no ganara —y siendo objetivos, estuviera lejos de lograrlo—, el senador de Vermont «obligó a Hillary Clinton a moverse a la izquierda en temas cruciales». Por último, Jesús Silva-Herzog Márquez (Reforma) en una columna titulada «Ante la amenaza, vacuidad», reprocha los vacíos discursivos de Peña Nieto en Estados Unidos ante un Obama que perfiló preguntas interesantes sobre Donald Trump y que el Presidente de México no quiso responder: «Mucho de nuestro futuro se decide allá. Frente a esto [la amenaza del nacionalismo norteamericano], el presidente mexicano ha decidido ver y no hablar. Cree que así es la diplomacia. Se equivoca, así es su abandono».
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