Dos columnas nacionales destacan en esta ocasión. Ambas con fines y causas políticas; sólo una con varias muertes de por medio. Empecemos por ésta, pues evidente es que apremia una solución.«Fox, Calderón, el Congreso y la tragedia de los alcaldes» se titula la columna de Carlos Puig (Milenio) el día de hoy. Tras la reciente captura de Juan Carlos Arreygue, presidente municipal de Álvaro Obregón, en Michoacán, y la lista ascendente de alcaldes asesinados en trifulcas sociales, el periodista exige desde el comienzo un reordenamiento del conflicto: «Tal vez sería hora de terminar con el voluntarismo, la coordinación, el “vamos a echarle ganas”, y revisar algunas razones estructurales». Ubicando rápidamente el problema entre el fin de sexenio de Vicente Fox y principios del de Calderón, por un cambio legal que empoderó a los municipios para perseguir el narcomenudeo, Puig esclarece su postura: habrá que legislar nuevamente o, en su defecto, fortalecer a los municipios para que en verdad puedan hacerle frente al narco y no opten por la colusión. «Los delincuentes encontraron en los alcaldes el eslabón más débil de la cadena; los extorsionaron, pusieron a sus cómplices y quienes no aceptan son eliminados», termina.
Por otro lado, Manuel J. Jáuregui (Reforma) utiliza de pretexto el alza en las tarifas eléctricas y la reciente declaración del Senador Miguel Barbosa («[…] el rostro de la reforma energética es el de un depredador social. Así como ya es imposible parar la revisión de la reforma educativa, así es absolutamente necesaria la revisión de la reforma energética») para conjeturar una hipótesis un tanto arriesgada, mas probable: un ataque directo al Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray. «[Que] no les quepa la menor duda, amigos, ya estamos en plena batalla campal rumbo al 2018», dice por ahí.
En el ámbito internacional, el director editorial de Excélsior, Pascal Beltrán del Río, ahonda en la improbabilidad numérica de que Trump sea el ganador: «[…] la Casa Blanca se basa en los datos electorales de los últimos 24 años y la composición demográfica del país, que ha llevado al Partido Demócrata a ganar el mayor número de votos en cinco de las últimas seis elecciones presidenciales». Después de un interludio didáctico donde explica cómo funciona la democracia indirecta de EEUU, menciona otro dato: «[desde Bill Clinton] el aspirante presidencial demócrata sólo ha tenido que salir a buscar 28 votos electorales más para ganar». Los republicanos, en cambio, necesitarán salir a buscar 168, menciona después. Vaya diferencia.
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