Por: Pablo Cruz Alfaro.
Hablar de complicidades es hablar de expanistas sin principios, esos que no soportaban a AMLO y ahora le aplauden.
Uno de ellos es Leopoldo Corona Aguilar, extesorero y exregidor por el PAN; hoy el poder del dinero lo tiene despachando como tesorero de Naucalpan bajo las siglas de MORENA, cobijado por otro del clan, el vicepresidente de ese municipio Manuel Espino Barrientos, quien fue dirigente nacional del PAN.
Nos preguntábamos por qué no despachaba Corona Aguilar, en Coacalco, si ya había “comprado la posición”; tan simple, cambio la recomendación del papá del patriarca de la familia Durán que le consiguió Sergio Pérez Morales para ocupar la tesorería de Naucalpan, a cambio de entregarle a éste, la subtesorería de egresos y la tesorería de Coacalco que ocupa su yerno, José Castillo García.
Ahora entendemos porque no actúa la alcaldesa de Naucalpan en contra de Sergio Pérez, a pesar de existir denuncias concretas en su contra por actos de corrupción, así como por la solicitud de diversos porcentajes para programar pagos a proveedores o las inconsistencias encontradas en el ramo 33.
Por lo pronto, hay que estar muy atentos a Coacalco y a las irregularidades en la tesorería que ha documentado la regidora Yadira Mayali Cruz Ramírez, no vaya a ser que estas acaben por salpicar a funcionarios de Naucalpan, Corona – Pérez – Castillo.
La de hoy: A quien tuvieron que darle las gracias en Atizapán de Zaragoza, como aquí lo adelantamos, fue al Contralor Octavio Islas Colin, al parecer, su remoción se debió a que no acreditó los módulos para obtener la certificación que expide el IHAEM. ¿Quién sigue?