Por: Pablo Cruz Alfaro.
Vaya alboroto el que armó David Sánchez Guevara, exalcalde de Naucalpan, el pasado viernes en el Comité Municipal del PRI de ese municipio, bastó una convocatoria informal para que el avispero se alborotara.
Sánchez Guevara, es uno de los pocos priístas que puede presumir de haber triunfado en todas las elecciones en las que participó, ganó diputación local, alcaldía y diputación federal.
Los excesos, sin duda, marcaron su gestión; también las traiciones abundaron, la de su tesorero, la del titular de comunicación social, la de Claudia Oyoque Ortíz que, para ser palomeada como alcaldesa interina, se prestó al juego sucio de José Manzur Quiroga para encarcelarlo.
Alejandro Méndez, su tesorero, quien pagó las cantidades de lo que acusaron a Sánchez Guevara, salió limpio, sin un raspón y más tarde fue premiado nombrándolo Secretario del Ayuntamiento en Tlalnepantla.
La pregunta que aún sigue en el aire es, ¿cuántos alcaldes estarían en la cárcel si hubiesen sido medidos con la misma vara con la que fue medido Sánchez Guevara?
Aún recuerdo al destacado columnista Don Mario Munguía “MATARILI”, quien se dijo fue privado de su libertad por publicar en su columna de Ovaciones que la PGR se había vuelto la jaula de las locas, en los tiempos en que despachaba como procurador Jorge Carpizo. En el Edomex, ¿pasó algo similar?
Las preguntas: ¿Fue por iniciativa propia o Sánchez Guevara recibió línea para convocar a priístas de Naucalpan? ¿Tiene dueño el PRI en ese municipio?
La de hoy: ¿Qué funcionario trabajó en Naucalpan durante la gestión de la priísta Azucena Olivares y hoy despacha en el equipo de Ruth Olvera, en Atizapán? Aún hay más.