Lo único que nos separa de los grandes logros es el coraje para perseguirlos, y coraje es lo que le sobra a la Cuarta Transformación y a quienes la encabezan para cumplir 97 de los 100 compromisos que fijó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su toma de protesta hace dos años con más de 30 millones de votos a su favor.
Nadie imaginó hace dos años, que al presentar las 100 metas de su gobierno se presentaría un desafío mayúsculo con una pandemia como principal problema de México y el mundo, sumada a una crisis económica global. El desafío ha sido cumplir las metas a pesar de la economía y la pandemia, ¡y lo ha logrado!
En 24 meses, aún con el enorme reto por la Covid-19, AMLO ha logrado sentar las bases para transformar a México desde un gobierno en el que la autoridad no se asocia con la delincuencia, ni se registran masacres como las cometidas durante la guerra contra el narcotráfico.
A este gobierno lo mueve la convicción de justicia, no el exterminio, ni el despojo, no el ultraje, la soberbia, la indulgencia o la impunidad operante del viejo régimen.
AMLO admitió en su octavo informe en Palacio Nacional que no todo es perfecto, ni aspira a que prive una sola visión: “sólo faltan tres compromisos que están en proceso: descentralizar el Gobierno federal; impulsar el desarrollo de fuentes de energías renovables mediante la rehabilitación de las hidroeléctricas; y conocer la verdad acerca de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa”.
El Presidente destacó que “enfrentar la crisis económica ha sido menos doloroso y complejo que luchar contra los contagios de Covid-19, “porque ha sido útil desechar recetas neoliberales, como endeudar más al pueblo”.
Destacó la implementación “con eficacia “de las estrategias para hacer frente a la crisis sanitaria y económica por la irrupción de la pandemia, esto con el apoyo de empresas, fundaciones y hospitales privados para atender a los enfermos por el Covid y de otros padecimientos en medio de la emergencia.
Tras haber heredado un sistema de salud en ruinas “minado por la corrupción” se han realizado obras de infraestructura sanitaria además de la capacitación y contratación de trabajadores de la salud para “no vernos rebasados “y hacer frente a la crisis de salud”, dijo.
Los logros de su administración son palpables, cifras y hechos demuestran que la 4T es un éxito tras el ahorro de un billón 300 mil millones de pesos por la austeridad y la lucha anticorrupción; la eficacia en las estrategias para enfrentar la crisis sanitaria y económica sin endeudar al país con nuevos préstamos, ni subir impuestos, y una política económica “fincada en la moralidad” son una realidad. Además, hoy México cuenta con una estabilidad macroeconómica a pesar de la recesión mundial.
AMLO hizo referencia a una moralidad relacionada con no endeudar al pueblo para rescatar a los de arriba, como se hizo cuando el Fobaproa.
Ante un modelo neoliberal en decadencia, el Presidente ha propuesto un cambio de la cultura consumista que impera en el mundo.
Hoy “todos los recursos liberados se destinan de manera directa, sin intermediarios, a la base de la pirámide social, para que de ahí suban a los estratos superiores, es decir, se da preferencia a las personas pobres y a los integrantes de las clases medias”.
Después de implementar como eje de su gobierno el combate a la corrupción y la austeridad, en los dos primeros años de su administración ha reducido al mínimo el robo de combustible y disminuido drásticamente la defraudación fiscal y otras “prácticas dañinas que proliferaban en la hacienda pública en el antiguo régimen”.
Se ha fortalecido el ingreso de las mayorías evitando así la caída del consumo de alimentos y otros bienes de primera necesidad, además de la trascendencia de las remesas de los migrantes en Estados Unidos en beneficio de 10 millones de familias que están recibiendo en promedio 350 dólares mensuales.
Señalar la recuperación de 555 mil 600 empleos formales, del millón 117 mil 584 perdidos a lo largo de nueve meses de pandemia, muchos de ellos en el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, es otro signo de éxito.
Durante su informe, el presidente López Obrador agradeció el apoyo de soldados y marinos al reconocer que “las fuerzas armadas están inaugurando una etapa nueva en su función de servicio a México”.
Sabemos que existe oposición al gobierno, y esto es normal en una auténtica democracia, máxime cuando se está llevando a cabo una gran transformación, pero hay que decirlo: AMLO tiene el respaldo popular, 71 por ciento de los mexicanos quieren que siga gobernando; el nivel de aprobación del Presidente no sólo es alto sino que va en aumento.
¡Es un hecho! No nos ha fallado ni nos fallará; su fuerza y coraje (entendido como valor, y decisión) son imbatibles.
¡Iniciamos el tercer año de buen gobierno!